Después de 15 años llega a los cines esta nueva creación de Pixar que está teniendo tan buena acogida. Nosotros no somos mucho de ir al cine pero siempre que sale una película de esta productora tenemos cita obligada en las salas.
He visto las tres entregas y creo que esta es la que más me ha gustado con diferencia. Andy se prepara para ir a la universidad y tiene que decidir qué hacer con sus pertenencias, entre ellas sus juguetes a los que no toca desde hace tiempo. Los juguetes, que tanto aprecio tienen a su dueño, intentan por todos los medios no ser desechados, pero el destino de un juguete está casi escrito.
Los creadores de esta peli han sabido hacer, a mi parecer, una película preciosa en la que los sentimientos de los juguetes abandonados salen a relucir. Es bonito ver como en la era de las tecnologías todavía incluso se piense que un juguete tenga tanto valor sentimental para un niño. Los diálogos muchas veces son graciosos y tiernos, y las aventuras que viven te hacen sacar esa sonrisilla constante.
Así da gusto que haya trilogías, no como por ejemplo Shrek en la que la tercera entrega me pareció un fiasco. Os recomiendo que si os gustan las películas infantiles o de animación vayáis a verla, creo que merece la pena: sales del cine con buen humor y una sonrisa.
Por cierto, el corto que precede a la película Día y noche no me pareció tan bueno como Presto, que precede a Wall-E, por ejemplo, aunque no es malo tampoco.
Nota: 8
Lo mejor: La película es muy bonita y te hace recordar tu infancia y esos momentos que pasábamos jugando sin preocuparnos por nada cuando de pronto llega el momento en que te haces mayor.
Lo peor: Es cierto que hay momentos escogidos para que los sentimientos afloren y que el espectador se emocione.
La próxima reseña de un libro, prometido.