Cuando nacemos, tenemos por delante los años más duros en cuanto aprendizaje. Éstos años, no se puede ni comparar con estudiar todas las ingenierías juntas. En unos pocos años, los niños tienen que haber aprendido a hablar un idioma perfectamente, a controlar su cuerpo, a reconocer gente. A utilizar el cerebro para solucionar problemas… Por suerte nuestro cerebro está preparado para asimilar y aprender todo lo necesario para más que sobrevivir, sino para relacionarnos con nuestro entorno y demás seres vivos. Hoy nos centramos en la motricidad fina de los niños. Con algunos ejercicios que pueden ayudar a potenciarla.
Motricidad fina.
Para poder entenderlos mejor. Primero, debemos saber a que nos referimos por motricidad fina. Para ello, nos vamos a la definición:
La motricidad fina hace referencia a movimientos voluntarios mucho más precisos, que implican pequeños grupos de músculos y que requieren una mayor coordinación.
Para que lo entendamos mejor. La motricidad fina, es la encargada que hagamos movimientos complicados y con exactitud con nuestras extremidades. Cómo por ejemplo, llevarnos la cuchara a la boca. O enhebrar un hilo en un agujero. Éstos movimientos, le resultan más complicados a los niños que los de motricidad gruesa (Cómo saltar).
Son muchas las actividades que se realizan en la guardería, para que el niño vaya controlando su cuerpo y sus manos. Veamos algunas actividades que podemos realizar con los niños en casa, para ayudar a que acelere el proceso de control de la motricidad fina.
Actividades y ejercicios.
Aunque nosotros os presentemos algunos juegos. La verdad es que cualquier cosa nos puede servir para que el niño juegue trabajando su sistema motor. Desde decirle que tire un papel en la papelera, hasta tratar de limpiarse la cara el solito. Los juegos y ejercicios para niños más comunes en educación infantil son:
- Dibujos para colorear: Son imprescindibles en el desarrollo de todo niño. Comenzando con el garabateo. Y siguiendo con más control, intentando no salirse del dibujo cuando colorea. Éste tipo de actividad, además también potencia ramas como la imaginación de los niños, y el aumento del vocabulario. También son muy utilizados en el aprendizaje de nuevos idiomas como el inglés.
- Los cordones. Hay juegos en los que tenemos agujeros y lo que debemos hacer es introducir un cordón por el agujero. Ésto lo podemos hacer con cualquier agujero, no necesitamos comprar el juego. En una misma cartulina, podemos hacer agujeros de diferentes tamaños y que el niño trate de meterlo del más grande al más pequeño. Así lo tomará como un juego, a ver hasta que agujero llega hoy.
- Los juegos de construcción: También trabajan muy bien la motricidad fina del niño. El niño tratará de encajar las piezas, teniendo que controlar los movimientos de sus manos.
- Los puzles: Son uno de los juegos más completos para los niños. El tener que encajar las piezas según las formas es un gran trabajo para los niños.
- Las apps: Con las nuevas tecnologías, han llegado nuevas posibilidades. La motricidad fina también la podemos trabajar con alguna app educativa. Aunque nos encontramos el inconveniente de las tablets y teléfonos. Los movimientos están muy limitados. Con lo que se trabaja muy poco. Será solo como un complemento y muy poco rato.
Pero el mejor consejo, es dejar al niño independencia. Deja que se manche todo al comer. Déjale que se lave los dientes, que se seque la cara, que intente ponerse los cordones… Los ejercicios del día a día, serán los que de verdad consigan que el niño llegue a dominar la motricidad fina de una forma absoluta.