Revista Medio Ambiente

Trabajando con pardelas

Por Davidalvarez
Trabajando con pardelas
Durante los meses de julio y agosto de este año estaré trabajando en un proyecto financiado por el Organismo Autónomo de Parques Nacionales, que pretende estudiar los procesos de colonización y agregación social en la pardela cenicienta (Calonectris diomedea). Esta especie forma grandes colonias reproductoras en el Mediterráneo y en algunas archipiélagos del Atlántico, como en Canarias o Azores, pero ha sido detectada recientemente como reproductora en algunas islas de Galicia. De todas formas no se puede descartar que ya llevara reproduciéndose allí desde hace muchos años pero hubiera pasado desapercibida.
Las pardelas cenicientas son reproductoras tardías, sobre todo si las comparamos con otras aves marinas como los cormoranes moñudos, cuyos pollos ya han abandonado los nidos hace casi dos meses y con las gaviotas patiamarillas, que a estas alturas del verano o han terminado la crianza o lo harán dentro de unos días.
Como ocurre con otros procelariformes, las pardelas cenicientas ponen un solo huevo de gran tamaño en relación al peso de la hembra, que es incubado por ambos padres durante 53 días. En una de las visitas que realizamos a las colonias de cría estos días pudimos observar que todas las parejas aun se encontraban incubando. Mediante el uso de una cámara provista de un sensor de movimiento capaz de filmar en la oscuridad mediante luz infrarroja (UWAY NX80 HD) pude grabar a una hembra mientras volteaba su huevo. Aquí os dejo las imágenes.

Cuando nazca el pollo se quedará sólo en el nido, en ocasiones durante varios días hasta que los padres regresen para alimentarlo. Cuando complete su crecimiento superará en peso a sus padres debido a las reservas de grasas acumuladas durante el crecimiento que le serán muy útiles cuando abandone el nido y aprenda a alimentarse por si mismo.

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