Mientras veo como mis compañeros de piso gastan su dinero en vicios, yo por fin he conseguido ahorrar lo suficiente como para devolver el dinero que me dejo mi familia para este último intento de entrar en Estados Unidos. Lo que significa haber ahorrado unos 6.000 dólares, a razón de 8 dólares por hora de trabajo, en su mayoría de jardinero, un trabajo muy duro que me ha reportado una fuerte alergia en la piel por culpa de alguna maldita planta que no se identificar.
Paso mis ratos libre pensando en cambiar de casa, porque las peleas de mis caseros son demasiado fuertes, hasta el punto que ha tenido que venir la policía y eso me puede traer consecuencias muy malas debido a mi situación en el país. Poco se puede hacer en estos momentos de ocio, ya que si sales a la calle te pueden parar los agentes, cosa que he visto con mis propios ojos, así que me dedico a leer lo que encuentro o a pasar mis ratos en internet, muchas veces leyendo cosas sobre el empleo, algunas páginas que hablan sobre la motivación o leyendo la Biblia, y de alguna manera intentando mejorar mis conocimientos para hacer algo el día de mañana.
Mi hermano mayor ya hará 20 años que vino al país y consiguió trabajo, tras varios años y mucho esfuerzo, tuvo el dinero suficiente como para devolver el dinero que le habían prestado, pagar la hipoteca que tuvo que hacer de su casita, y regresar a Honduras. En aquel momento se decidió por comprar tierras y ganado, que es el negocio que mejor conocemos en la familia, pero finalmente se decidió por poner su propio negocio comprando fardos de ropa usada que viene de Estados Unidos y vendiendo luego en su tienda la que estaba en mejores condiciones.