Hoy, queremos acercarnos al concepto de Integración Sensorial que tanto se trabaja en Terapia Ocupacional, de una manera sencilla, para que veamos cómo su regulación repercute en el funcionamiento global del cuerpo, y cómo trabajar desde casa con los más pequeños.
Empezamos con una breve definición, de la mano de Ayres, en la cual indica que la Integración sensorial es “el proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio cuerpo y del exterior haciendo posible su uso eficaz en el entorno“.
Como recomendación también el libro de “Terapia Ocupacional en pediatría”.
Para explicar esto de una manera más sencilla, diríamos que todas las personas, desde que nacemos, estamos expuestos a distintos estímulos de todos los tipos sensoriales que existen. El cuerpo, debe aprender a registrarlos, modularlos y distinguirlos, dando así una respuesta adaptada.
Cuando este proceso se desarrolla de manera inadecuada, a medida que se crece los sistemas propioceptivo, táctil, visual, auditivo y vestibular se desarrollan creando respuestas inadecuadas, lo que hace que se reaccione “mal” ante las distintas sensaciones.
Lo que se hace desde Terapia Ocupacional en este campo, es evaluar las necesidades sensoriales de los niños y facilitar que tengan unas respuestas adecuadas al mayor número posible de estímulos, circunstancias y entornos.
Hay diferentes test de evaluación, como SIPT, Perfil Sensorial, Bruininks-Oseretsky Test of Motor Proficiency, Peabody Development Motor Scale, entre otros, de los cuales podéis buscar información o preguntarnos directamente para resolver dudas.
La forma de intervenir en la Integración Sensorial desde TO puede ser en la propia sala de terapia; Facilitando una dieta sensorial; O realizando una modificación del entorno.
Hoy, dejaremos como apoyo algunas imágenes de materiales que se usarían en el primer tipo de intervención, aquella que se realiza en la sala de terapia o en nuestras propias casas.
Como la ocupación principal del niño es el juego, aquí es donde está la clave de todos los materiales a utilizar. Por lo tanto, es misión del terapeuta ocupacional plantear unos objetivos a conseguir con cada actividad de juego que propone. Y diseñar así distintas experiencias que resulten placenteras.
Cuando los niños tienen menos de un año, se crean situaciones en las que el cuerpo del niño se oriente a las posturas adecuadas, empezando con los volteos, para después conseguir el gateo y la marcha. Por lo que también se trabajan las reacciones de equilibrio, el seguimiento de la mirada, la fuerza, el control cefálico, la apertura de la mano, las distintas pinzas-agarres y el equilibrio estático y dinámico. Hay que tener en cuenta siempre los hitos del desarrollo, adecuando en qué momento se encuentra el pequeño y qué deberíamos conseguir.
A continuación algunas ideas:
Esta tabla, viene de la web Blog Hop Toys, una empresa que ofrece distintos juegos y juguetes adaptados a necesidades variadas ¡Es genial!
Ahora, algo más informal, recomendamos el Pinterest Terapia Ocupacional en su domicilio, que sube creaciones como libros de tela y actividades cognitivas para los niños que pueden hacer volar nuestra imaginación. Aunque como sabréis Pinterest es un catálogo de ideas en el que una sencilla búsqueda puede dar grandes ideas.
Y por último, dejamos un enlace a Cuiddo, una web que tiene un apartado específico de Terapia Ocupacional, en el que encontrar material apropiado para trabajar los distintos tipos de sistemas sensoriales, tanto niños como adultos.
Por supuesto, no olvidar que la actividad debe ser interesante, motivadora y útil para el niño, por lo que cualquier libro de tela, juegos manipulativos, puzzles, o muñecos, por muy buen material terapéutico que sean, no serían prácticos si no tienen un sentido de juego, historia y diversión. Pues para trabajar en este campo, es importante que el niño no lo viva como algo desagradable.
¡Esperamos que os sea útil! No olvidéis encontrar vuestros apoyos y ser el apoyo de los demás.