Mira que se nos da mal a los humanos eso de repartir: ¿reparto de riqueza? ¿reparto de tareas domésticas? ¿reparto de trabajo? ¿reparto de alimentos? ¿qué es todo esto? ¿mi no entender?
Y así nos va, que mientras muchos están desesperados porque no encuentran trabajo, unos pocos están desesperados porque no dan abasto con tanto trabajo. Incomprensible ¿verdad?
Desde luego que esto de la crisis no lo arreglaremos hasta que no empecemos a aprender a repartir y a compartir
Y si ni yo ni Charlie (el perro de Todos lo perros van al cielo) os hemos convencido de la importancia del reparto de riquezas, tal vez el Nobel en Economía Stiglitz lo haga con argumentos cómo estos:
- “del 1%, para el 1%, por el 1%”, que son los que se llevan una cuarta parte de los ingresos de Estados Unidos y controlan el 40% de la riqueza.
- “El 1% puede tener las mejores casas, educación y estilo de vida -sostuvo-, pero el destino está ligado a cómo vive el restante 99%”.
- “Cuanto más divididas están las sociedades en términos de riqueza, más renuentes son los ricos a gastar dinero en la necesidades comunes. El rico no necesita confiar en el gobierno para disponer de parques, enseñanza o médico. Pueden comprar todo eso. En el proceso, cada vez se distancian más de la gente corriente”.