Uno de los fenómenos más controvertidos últimamente en los mercados financieros americanos ha sido la irrupción del Trading de Alta Frecuencia (High Frecuency Trading - HFT), realizado por super-ordenadores al servicio de los grandes inversores institucionales.
Recientemente en un interesante reportaje emitido por la cadena de televisión americana CBS, nos cuentan algunos detalles de este opaco mundo; sus participantes, la peculiar forma de ganar dinero en los mercados financieros y los temores que despierta esta práctica.
Actualmente se estima que un 70% del trading que se realiza en USA es obra de máquinas HFT, usadas por los bancos de inversión como Goldman Sachs, Barclays, Credit-Suisse, Morgan Stanley y hedge funds.
El funcionamiento de estos sistemas se basa en super-ordenadores conectados a alta velocidad a las plataformas electrónicas de negociación, que ejecutan complejos algoritmos basados en las condiciones actuales de mercado, análisis estadísticos y rendimientos pasados, tratando de anticipar el movimiento de las acciones en la siguiente fracción de segundo.
No sólo es importante la velocidad de proceso y el acierto de los programas de cálculo, sino también la velocidad con que reciben la información. Los super-ordenadores están ubicados muy cerca de los servidores de las plataformas electrónicas de negociación, así consiguen recibir los datos unas fracciones de segundo antes que el resto, lo que les permite también ver antes los flujos de órdenes que llegan a los mercados y ejecutar o cancelar miles de ellas por segundo anticipándose a movimientos importantes.
El beneficio no suele provenir de los grandes movimientos, sino de obtener pequeñas ganancias por operación, pero realizar millones de ellas al día. Las firmas que usan esta práctica afirman que pueden tener pérdidas algunos días, en alguna semana, pero nunca han tenido un mes en rojo.
Los defensores de estos sistemas argumentan que proporcionan liquidez al mercado, pues su aparición ha supuesto triplicar el volumen de transacciones, y que su operativa intradía no afecta al inversor a medio plazo.
Sin embargo, parece probado el efecto multiplicador que tuvo durante el flash crash del pasado 6 de mayo, cuando el Dow Jones Industrial perdió 600 puntos en 20 minutos. Ante el temor que las máquinas HFT puedan causar algún desastre de proporciones considerables, la SEC (Securities and Exchange Commission) y miembros del Congreso americano han empezado a cuestionar este sistema de trading, identificar sus peligros y han manifestado su intención de regular y controlar esta práctica, con el objetivo de devolver la maltrecha confianza en los mercados de los inversores tradicionales.