Tenía en mente probar la transferencia de imágenes en la arcilla polimérica pero me daba un poco de pereza porque por lo visto la marca fimo no es muy apta para ello. Además, hay muchas maneras de hacerlas y no me decidía por qué método utilizar. Al final elegí el de transferir a base de mojar el papel con agua y frotar hasta que salga la imagen. Los primeros intentos no me salieron bien, pero al final creo que he conseguido un resultado decente. Os voy a enseñar cómo lo he hecho por si os animáis.
Los materiales que he utilizado:
1. Imágenes. Tienen que estar impresas en una impresora láser o fotocopiadora, las que solemos tener en casa son de chorro de tinta y no valen. Yo me he ido a una papelería y me las han impreso allí.
Tened en cuenta que tenéis que imprimir la imagen reflejada, sobre todo si lleva letras o por ejemplo, la esfera de un reloj. De lo contrario, cuando hagáis la transferencia se verá al revés.
A la hora de elegir la imagen, vigilad el tema del copyright, no vale cualquiera que te encuentres por internet, sobre todo si luego vas a querer vender la pieza. La imagen utilizada en este ejemplo la he realizado utilizando patrones o "patterns" de Photoshop. Otro día si queréis os explico cómo se utilizan.
2. Arcilla polimérica del color deseado, preferiblemente clarito para que la imagen se vea mejor.
3. Cuchillas y/o cortadores para darle forma a la pieza
4. Agua
5. Laminadora
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Pues vamos allá! estas son las imágenes que he elegido, que he recortado con su forma final. Hacemos una lámina con la arcilla con ayuda de la laminadora. Yo la he puesto en la posición más alta (como más gruesa sale).
Colocamos las imágenes sobre la arcilla, con la parte impresa en contacto con ésta.
Ahora frotamos suavemente con la yema del dedo para que el papel quede bien adherido a la arcilla. También podéis usar un rodillo.
Como yo voy a hacer tres piezas, en este punto las he separado una de otra, ayudándome con un cutter.
Ahora viene lo más difícil. En los tutoriales que he consultado, pulverizan el agua directamente sobre la pieza para luego comenzar a frotar. Yo lo hice así en los primeros intentos y el fimo se queda muy blando, como pegajoso, y pierde la consistencia. Por eso, en lugar de pulverizar el agua directamente, tened a mano el agua en un recipiente e ir mojando la yema del dedo. De esta manera, no humedeces tanto la arcilla.
Con la yema humedecida, vamos frotando el papel hasta que comience a desprenderse. Cuando se quede seco, volvemos a mojar el dedo en agua. Hay que tener paciencia en este paso y hacerlo muy despacito y con suavidad, de lo contrario nos llevaremos también el dibujo.
Poco a poco, el papel se va y nos queda la arcilla con el dibujo transferido. Cortamos la pieza con la forma deseada.
Si vamos a hacer algún agujero a las piezas para luego poder montarlas ahora es el momento.
Horneamos la arcilla, siguiendo las instrucciones del fabricante. Una vez horneado, yo he teñido un poco los bordes con ayuda de tinta roja, le da un efecto muy bonito.
Y por último, barnizamos las piezas para protegerlas. Yo en este ejemplo he hecho una prueba poniéndoles "Diamond Glazé" que es un adhesivo dimensional al agua con efecto de vidrio transparente.
Ya tenemos las piezas listas para montar. En la próxima entrada os enseño cómo ha quedado. Si queréis aportar algo o hacerme alguna pregunta, no dudéis en dejar vuestros comentarios :)