- Artículos de opinión (Op-ed)
Te encuentras en un elevador con tu jefe y no sabes de qué hablar, empiezas con el clásico cuestionario que solo genera respuestas de sí o no. Te pones nervioso y empiezas a mirar cuántos pisos faltan para llegar a tu oficina. Esto nos pasa cuando no sabemos cómo mantener una conversación. ¿Qué podemos hacer? Chris Collins y Rob Baedeker escribieron un libro muy bueno llamado ¨What to Talk About: On a Plane, at a Cocktail Party, in a Tiny Elevator with Your Boss’s Boss¨ , que nos ofrece algunas ideas para mejorar nuestras habilidades de conversación.
No pidas respuestas, pide historias
No hagas preguntas cerradas que generan las clásicas respuestas de si o no. Intenta hacer preguntas que inviten a las personas a contar historias.
En vez de preguntar:
¿Cómo estás?
¿Cómo estuvo tu día?
¿De dónde eres?
¿De qué trabajas?
¿En qué línea de trabajo estás?
¿Cuál es tu nombre?
¿Cómo estuvo tu fin de semana?
¿Te gustaría tomar un poco de…?
¿Cuanto tiempo tienes viviendo aquí?
Intenta
¿Cual es tu historia?
¿Qué hiciste hoy?
¿Qué es lo más interesante que pasó hoy en el trabajo?
¿Cómo llegaste a esa línea de trabajo?
¿Cúal es el significado de tu nombre? ¿Qué te gustaría que significara?
¿Qué quieres hacer este fin de semana?
¿Quién crees que es la persona más afortunada de esta habitación?
¿Qué recuerdos te trae esta casa?
¿Si te pudieras teletransportarte en este momento, a dónde irías?
Rompe el espejo
Cuando nos encontramos con desconocidos, intentamos ser educados y repetimos las observaciones que ellos dicen. Esta actitud se conoce como el fenómeno del espejo.
Por ejemplo:
David: ¡Hoy es un día hermoso!
Patricia: ¡Si, es un hermoso día!
Al repetir la opinión y lenguaje de las personas, eliminamos la posibilidad de profundizar en la conversación.
En vez, has esto:
David: ¡Hoy es un día hermoso!
Patricia: ¡Está perfecto para ir a la playa!
Patricia evitó caer en la aburrida conversación del sí/no y en cambio compartió sus gusto por la playa e incluso motivó la conversación.
Da una respuesta inesperada
Para evitar caer en el fenómeno del espejo puedes utilizar una respuesta inesperada.
En vez de:
David: ¿Cómo estuvo tu viaje?
Roberto: ¡Mi viaje estuvo bien!
Carolina: Hace mucho calor hoy
Carlos: Si, está muy caliente.
Intenta:
David: ¿Cómo estuvo tu viaje?
Roberto: Los precios de las aerolíneas están de locos. No sé si cobran por el peso o por el CI.
Carolina: Hace mucho calor hoy
Carlos: En esta dimensión, si.
Estos son sólo algunos ejemplos, lo importante es que te atrevas a contestar diferentes. No caigas en los cuestionarios cerrados, empieza una gran conversación y ábrete a las posibilidades de conocer gente nueva. La decisión es tuya.
Fuente: TED
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