Fiel y puntual a su cita anual cual ayuntamiento con el recibo del IBI el informe ejecutivo de la ISAAA (International service for the Acquisition of Agri-biotech Applications) en el que se compendian todas las estadísticas a nivel mundial sobre cultivo de transgénicos ha sido publicado en fechas recientes. Lo podeis descargar aquí en inglés.
Las cifras cantan. Respecto al 2010 el incremento en superficie ha sido de un 8%, llegando a un total de 160 millones de hectáreas. Por primera vez la superficie sembrada en los países en vías de desarrollo ha igualado a los países desarrollados y lo más importante: los agricultores confían en este tipo de cultivos. La superficie sembrada responde a las decisiones individuales de más de 100 millones de agricultores. Demasiada gente para una conspiración y un dato que debería hacer reflexionar a todos los que abogan por su prohibición.

Estadística agraria sobre trasngénicos en el 2011
El 2011 también se ha significado por el triunfo de las variedades apiladas, es decir, variedades que provienen del cruce de OGM diferentes y que aúnan varios caracteres, como tolerancia a herbicida y resistencia a insectos. A nivel global el cultivo transgénico mayoritario es la soja y el carácter transgénico más demandado la tolerancia a herbicida.
Yendo por países, en primera posición continúa inamovible Estados Unidos, el país donde hasta a Greenpeace le parecen bien los transgénicos, o por lo menos, no es un tema de portada. No obstante el 2011 ha significado la consolidación en el segundo puesto de Brasil, un caso que merecería ser estudiado por más de un político nacional. Lula da Silva llegó al gobierno de un país donde no estaba autorizado el cultivo de trasngénicos con un programa en el que se apostaba por mantener esta política. Una vez en el poder descubre que en la provincia de Rio Grande do Sul muchos campesinos importaban de contrabando soja transgénica de argentina y luego volvían a pasar la frontera para comercializarla, con la consiguiente merma para las arcas públicas. La decisión fue autorizar el cultivo en Brasil. En vista de los resultados, el gobierno de Lula y ahora el de Dina Rousseff han apostado decididamente por esta tecnología. La mejor prueba de esto es el proceso rápido de autorización que ha permitido aprobar 8 eventos en el 2010 y 6 en el 2011. (En Europa se han aprobado tres en 16 años). Y no solo eso, sino que no se han conformado con importar tecnología sino que Brasil ha decidido innovar. La empresa pública EMBRAPA esta a punto de conseguir la autorización de la primera judía resistente a virus, por lo que es cuestión de pocos años que el plato estrella de la gastronomía brasileira, la feijoada, sea transgénico.
El algodón transgénico también sigue su ascenso imparable. El dato más elocuente es que el 99,5% del algodón que se siembra en Australia es transgénico, algo que Greenpeace parece haber olvidado cuando organizó sus acciones violentas contra las instalaciones del CSIRO.

Paises que siembran transgénicos.
La India es otra de las potencias emergentes que han apostado decididamente, con el algodón como estandarte. La leyenda urbana de que en la India los agricultores son obligados a sembrar algodón transgénico se suicidan demuestra ser falsa, salvo que los que siembran algodón hagán luego de extras en “The Walking Dead”. India también apuesta por el desarrollo de tecnología propia, y está a punto de conseguir la autorización para la primera berenjena transgénica.
¿Y Europa? Pues Europa sigue empeñada en convertirse en una isla incapaz de fabricar su propia comida, pero dispuesto a seguir importándola al precio que sea. Una política suicida lo miremos como lo miremos. España sigue siendo el principal productor de maíz Bt. La presencia de este maíz en otros países como Portugal, la república Checa, Eslovaquia, Polonia o Rumania es minoritaria. Suecia y Alemania siguen sembrando patata Amflora para obtener semilla, pero han sufrido diversos reveses legales, por lo que su futuro es incierto, y más después que BASF anunciara su marcha a Estados Unidos. Por lo tanto, la agricultura seguirá yéndose al garete. Esto no solo se aplica a los transgénicos. Hemos prohibido muchos tratamientos agricolas como el bromuro de metilo por agresivos con el medio ambiente, pero en cambio abrimos las fronteras a países como Marruecos donde la agricultura no cumple con los mínimos estándares de impacto medioambiental. El problema es que antes solo le comprábamos nosotros, pero ahora potencias emergentes como India o China ya no son capaces de autoabastecerse. Por lo tanto, prepararos para que el precio de la cesta de la compra siga subiendo de precio, mucho, mucho, mucho y que a los agricultores no les salga rentable y abandonen los campos. Es el precio de nuestras decisiones, bueno, de las mías no.Compartir


