[Cómic] Transmetropolitan. Cuando la LSD llegó a Jerusalem.
ToolAlias 22 septiembre, 2014 0
Periodismo gonzo. Ese es el concepto. ¿Suena bien, verdad? Id apuntando este nombre: Hunter S.Thompson. Lo encontraréis abreviado como HST, casi haciéndole el guiño a un nombre de droga alucinógena; porque de eso va el periodismo gonzo: drogas.
O eso o algo bestial.
Veréis por qué: el origen de la palabra no está del todo claro. Según fuentes diversas puede provenir del slang escocés (jerga inglesa) y vendría a ser algo así como “el último hombre que permanece en pie después de una maratón de alcohol”. Otra fuente atribuye el término a la expresión “quemarse a lo gonzo” aunque está mal dicho, ya que su uso correcto es “quemarse a lo bonzo”. Esto está relacionado con los monjtes budistas viednamitas que protestaron quemándose vivos.
Abreviando un poco, porque esto no es una lección de historia del periodismo, una de las características bases del periodismo gonzo es que sus autores no son periodistas al cien por cien objetivos (si es que pudiese existir) sino que se involucran por completo en la historia. La narración gira en torno al ‘yo’.
Pero pasemos a nuestro antihéroe: Spider Jerusalem. Periodista retirado en la última montaña para perder de vista la ciudad y la humanidad que tanto detesta a pesar de ser uno de los más grandes escrti…eh, ¿os suena? Recapitulad. El dibujo igual os delata en quién ha podido inspirarse Warren Ellis. Pero no le cojáis mucho cariño a esta caracterización. En cuando Spider, por orden de su editor, vuelva a la gran ciudad debido a un contrato pendiente. Jersualmen vuelve a una ciudad postcyberpunk donde la tecnología ha procurado aumentar la esperanza de vida y otra serie de proezas que es menester que descubráis en el cómic.
Como buen cómic de Warren Ellis el tema político es el arranque del primer arco. Spider se moverá entre las figuras de ese ámbito para desenmascarar toda mentira. Hará lo que haga falta para llegar a la verdad. Y es que es muy bueno persuadiendo. Una de las cosas que aprenderéis con este cómic – aparte de su enseñanza moral sobre el periodismo – es un nuevo repertorio de insultos que bien merecido sueldo ha tenido el traductor de la obra de Transmetropolitan.
¿Lo estáis disfrutando? ¿Os gusta cómo describo la mierda asquerosa que le pasa a gente con la que posiblemente os hayáis cruzado? Bien. Os lo habéis ganado. Con vuestro silencio. El Centro Cívico y los polis hacen lo que les da la puta gana y seguís ahí sentados. Vuestros jefes hacen lo que quieren. El gilipollas del peaje, el gorila de vuestra disco, el segurata que os cachea en la clínica, los diarios y feeds que os mienten. Hacen lo que quieren, ¿y qué hacéis vosotros? Les pagáis. […] Debe gustaros que os mienta gente con una autoridad que no se ha ganado.
Spider Jerusalem
Cada número (unos 60 bajo el sello de Vertigo y recogidos en 10 tomos por Planeta) tratará un asunto diferente: religión, política, tecnología e incluso la vida personal de Spider. Habrá cosas que no imaginaréis.
Por raro que parezca, nuestro periodista no camina solo. Aparte de su gata bicéfala Channon Yarrow es la primera en sufrir la compañía de Spider Jerusalem. Es algo así como la becaria de nuestro periodista, pero debido a una serie de movidas personales, Channon dejará su puesto de trabajo que tanto le ha costado para dedicarse a algo totalmente contrario a su naturaleza.
Al faltarle esta becaria, Yelena Rossini es la siguiente en rellenar este vacío. Lo hará por medio de engaños y un poco tentando a la suerte, pero pronto conocerá la faceta de Spider Jerusalem y le hará replantearse las cosas. Pero bueno ellas ya sabían quien era este peculiar periodista y de lo que era capaz de hacer.
Debéis leer Transmetropolitan. No porque sin duda es uno de los mejores cómics que ha podido escribir Warren Ellis o porque corone la cima como uno de los mejores en el sello de Vertigo. Leer este cómic y más en los tiempos que corren os hará bien.
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Spider Jerusalem