Título original:Dreams in the Witch-House
Año:
Duración:
Dirección:Stuart Gordon
Guión:Dennis PaoliStuart Gordonbasado en la historia homónima de H. P. Lovecraft
Intérpretes:Ezra GoddenCampbell LaneChelah Horsdal
Walter Gillman es un estudiante de física que se instala en una destartalada pensión para intentar acabar su tesis. Allí conocerá a Frances, una joven con un bebé con la que entablará una amistad. Una noche Walter empieza a soñar que una pared de su habitación se abre y sale una rata con cabeza humana. Un viejo lunático que vive en el piso de abajo le advierte que en esa habitación vive una bruja que le obligará a matar bebes para ella...
Stuart Gordon es un director que ha basado su carrera en la adaptación de la obra de H.P.Lovecraft a la gran pantalla. Desde que debutara en 1985 con Re-Animator, tres han sido las películas dirigidas por Gordon y basadas directamente en la obra del escritor de Providence, a saber: Re-Sonator (1986), Castle freak (1995) y Dagon, la secta del mar (2001). Habría que puntualizar que, a excepción de Re-Animator, el resto han sido películas bastante flojas que no han tenido, ni por asomo, el éxito buscado y no han hecho justicia con el fantástico universo de horror imaginado por Lovecraft. En defensa del director diré que dicho universo es harto complicado de plasmar en celuloide. Aún así, Stuart Gordon se atreve una cuarta vez con el horror de Lovecraft y el resultado es Tras las paredes (Dreams in the Witch House) adaptación del relato homónimo de Lovecraft "Los Sueños en la Casa de la Bruja", publicado en 1933 en la revista Weird Tales.
Y lo cierto es que esta nueva adaptación comienza de forma notable, con un planteamiento cercano a la intriga y el suspense, cimentado en una atmósfera oscura y una puesta en escena bastante tétrica e incluso macabra en ocasiones. Además, a lo largo del episodio tendremos numerosas referencias y guiños a la obra de Lovecraft, como la aparición del Necronomicón y la sudadera de la Universidad de Miskatonic que lleva el protagonista.
A mi me recuerda a un cocinero del Canal Cocina.
La historia, como en el relato en que se basa, gira en torno a la existencia de realidades alternativas, universos paralelos y mundos ocultos donde acechan criaturas extrañas (en este caso, una bruja sanguinaria y un bizarro hombre-rata que, para ser sincero, provoca la risa en lugar del escalofrío). Ezra Godden hace lo que puede interpretando al estudiante Walter Gillman, pero cuando el personaje empieza a ser devorado por la locura se hunde de lleno en una patética sobreactuación. Campbell Lane si que borda su papel de viejo fanático religioso, y Chelah Horsdal es una habitual secundaria y aquí ofrece más de lo mismo y podemos llegar a entender el por qué nunca recibe un papel protagonista.
Por desgracia, llega un punto en el que toda esa opresiva y acertada puesta en escena no es capaz de sostener lo precipitado de su desarrollo. Es patente la condensación de la historia que Stuart Gordon ha llevado a cabo para encajar el relato en poco más de cincuenta minutos de episodio, con lo que pasa de puntillas por aspectos importantes o resuelve de forma poco acertada situaciones que daban para mucho más. Por suerte para nosotros, en el tramo final del episodio se atisba una ligera mejora hasta desembocar en un buen desenlace, que sin duda es lo mejor de este segundo episodio de Masters of Horror. Eso sí, Lovecraft se merece más, mucho más...