Revista Ciencia
La compramos, la enterramos, la quemamos... y ya podemos olvidarnos de ella. Así es la vida de los desechos, de los plásticos de un solo uso que envuelven absolutamente todo y que acaban siendo arrojados a la basura para, en el mejor de los casos, ser reciclados, con el enorme coste económico y energético que este proceso conlleva o, en el peor de los casos, acabar en las aguas en las que juegan los nińos entre residuos tóxicos.
29.11.2012, ladyverd.com
Cada ańo tiramos a la basura cincuenta y ocho mil millones de vasos desechables, miles de millones de bolsas de plástico, doscientos mil millones de botellas de agua, miles de millones de toneladas de residuos domésticos, desechos tóxicos y basura electrónica… Y muy pocas veces nos paramos a pensar a dónde irá toda esa basura una vez la perdemos de vista.
Jeremy Irons es el protagonista de Trashed, un documental en el que el actor se embarca en un viaje para descubrir la magnitud y las consecuencias del problema global de los desechos. La directora de Trashed, Candida Brady, estuvo dos ańos estudiando el problema y filmando el documental, que cuenta con la música de Vangelis y se estrenó con una retransmisión especial en el Festival de Cannes en 2012.
A medida que el largometraje nos lleva a remotos destinos a lo largo y ancho del planeta, el actor y el espectador compartirán una experiencia que les llevará del escepticismo a la lástima y del horror a la esperanza. El documental no pretende solamente mostrar los horrores provocados por el hombre y su consumismo, tales como la Sopa Tóxica, la gigantesca balsa de plástico flotando a la deriva en el Océano Pacífico, sino también ofrecer un guińo a la esperanza: Jeremy Irons nos muestra algunas de las soluciones con que se topó en su periplo, desde individuos que han cambiado sus vidas y no generan ningún residuo hasta países que están aplicando nuevas leyes con el objetivo de evitar los desechos de todo tipo, pasando por una ciudad en la que la basura es prácticamente inexistente. El cambio, tal y como se muestra en Trashed, es primordial y ya está teniendo lugar en muchos sitios.
“Hemos hecho esta película porque ya hay mucha gente que se da cuenta de la gravedad del problema de la basura y de su insostenibilidad”, afirma Jeremy Irons. “Hay una necesidad igualmente urgente de que todas las comunidades del mundo comprendan y compartan las soluciones más imaginativas y productivas a estos asuntos tan problemáticos. Las películas pueden desempeńar un papel muy importante en la formación de la sociedad, porque son capaces de mostrar asuntos difíciles a una gran audiencia. Esperamos que Trashed sirva para que la gente entienda que, cambiando nuestras vidas, podemos contribuir a nuestra supervivencia, nuestro bienestar y el del planeta”.
En un mundo en el que los fabricantes no se responsabilizan de los productos que fabrican y venden, más les valdría a los ciudadanos empezar a cambiar sus hábitos de consumo, producir sus propios utensilios, reparar sus pertenencias y cultivar sus propios alimentos para adquirir sólo aquellos productos que realmente necesitan y que no vienen excesivamente envasados. Sólo así seremos capaces de obligar a la industria a hacerse responsable de los desechos que ha generado.
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