De esta manera tanto el corpus filosófico e histórico de la institución se van construyendo con distintos materiales de todo tipo y procedencia, y lo van recibiendo los miembros a modo de informaciones de forma oral y escrita, y entre toda esa amalgama documental muy variopinta en cuanto a procedencias y autorías viene entremezclada una importante cantidad información no siempre contrastada o puestas de manifiesto su consistencia y que además se propalan en los talleres masónicos como papagayos y sin apenas pestañear y que constituyen una buena sarta de de tópicos y tonterías. A este respecto traigo al recuerdo lo que ha comentado un ciento de veces el profesor Ferrer Benimeli, acerca de la inexactitud datacional como miembros de la masonería de algunos nombres que se consignan en largos listados "colgados” en algunas webs de grandes Logias o Supremos Consejos, allí reportados a modo de la lista de los reyes Godos, en esta caso de masones, y cuya membresía en ocasiones es ó inexistente, o no está suficientemente documentada. Pues bien, pese a lo reiterativo del caso y de la plausible exposición al ridículo aún hoy es fácil encontrar al Conde Aranda como notable masón en esos listados o Antonio Aranda o a otros liberales como miembros de los Supremos Consejos, y así tenemos como por ejemplo la utilización del Conde de Aranda dando titulo a una revista masónica de alto rango masónico.. Somos así de cabezones. Pero pasa lo mismo con el Maestro Wren al que algunos sitúan a la cabeza de la masonería cuando las historiografías masónicas inglesas están poniendo en solfa que tuviera la condición de "masón", pero insistimos una y otra vez en dar brillo y pulir a veces un pasado tan lustroso como falso. Y es que sin apenas reflexionar sobre lo que se nos dice seguimos trasmitiendo de igual manera aquello que nos llega o hemos leído sin poner en solfa ni una coma, aunque creo que esa baraka que presta gran parte de la membresía masónica a algunos a otros no parece concernirnos al menos los que estamos empeñados en estos menesteres de intentar dar luz sabiendo que lo hacemos de forma muy artesana y casi con pedernal, pero sabiendo que ser Hijos de la Luz es más que devorar tópicos como si fueran ostias benditas. Y todo esto viene porque no hace mucho en una importante tenida con no menos importantes dignatarios, asistí a la lectura de una plancha sobre la figura del Guarda Templo, que fue aplaudida a la manera escocista, procediendo a continuación el debate pertinente. (Me llama la atención anticipada, en el escocismo, del aplauso de algo que puede luego verse en el debate que puede estar falto de contenido o de base, salvo que se aplauda el esfuerzo y esas cosas..
“El que pueda ver que mire” Ya lo decía Johel Coutura que trabajó sobre el ritual “Le Parfait Maçon” e cual nos adelantaba en el prefacio de libro que “la francmasonería de hoy refleja mal sus orígenes. La multitud de obediencias y ritos con sus jerarquías y rituales han llegado a convertirse en casi extraños para las prácticas de la fraternidad de la primera mitad del siglo XVIII”
Los Masones solemos denominarnos Hijos de la Luz, pero toda la formación masónica que recibimos, tanto libresca como oral, está en su mayor parte trufada de una gran cantidad de cuestiones que van desde la falsedad pasando por lo tópico, y lo paradójico es que apenas si se cuestiona nada, y todo ello lo absorbemos sin la menor reflexión acerca de su veracidad o acierto, traicionando el gran paradigma masónico, el de “Osar y Pensar” que proclamaba Charles Porsert como espíritu de trabajo y disposición.
Llama la atención cuando uno hoya en las arcas documentales de las grandes construcciones, no hablo de las notables catedrales , sino de iglesias y monasterios de envergadura que los canteros no son en muchas ocasiones el idílico Venerable Veda, ni esos idílicos gremios canteriles que hemos creado en nuestra calenturienta mente cargada de leyendas y mitificaciones, sino que constatamos que la cotidianidad documental nos muestra canteros autónomos vecinos a muchos de los edificios, o sea que no eran canteros nómadas, sino Genaro el Viejo de Cerdeño de oficio cantero que levantó la iglesia de Comillas por dar un ejemplo.... lo que nos sitúa en otros contextos más normalizados al mundo rural de los artesanos, y es que hemos universalizado los gremios canteriles ingleses y franceses y de nuestros caminos jacobitas a todo el universo canteril y eso pues a veces pesa y presenta ciertas contradicciones. En este sentido llama la atención la asimilación al pie de la letra de la continuidad histórica entre masonería operativa y especulativa, tanto es así que tenemos a Hermanos masones buscando símbolos masónicos como reflejo de su propio quehacer, cuando resulta que no eran fruto del estos sino de las imposiciones muchas veces proveniente de la clerecía del momento, produciéndose de este modo una extraña identificación entre esa simbología que se encuentra y la membresía masónica actual, lo cual no entiendo muy bien y menos cuando uno sitúa a nuestros padres masones en el siglo XVII (1717) que tenían mucho más que ver con la cultura libresca y la ciencia o la Royal Society, que con las artes manuales de la cantería y la albañilería etc... Otro de los tópicos muy al uso y relacionado con el grado del Aprendiz es el tema del mandil de este grado que se dice que es cuadrado o levemente rectangular y con la baveta levantada para proteger las zona epigástrica del aprendiz a la hora del tallaje de la piedra, todo esto en forma simbólica y añadiendo ya en las tradiciones rituales carolingias, como decía Porset, pues la cábala los serifots. etc… Pues bien, cuando uno conoce medianamente los oficios manuales de la cantería y la albañilería, pues se da cuenta de varias cosas que luego no concuerda mucho con lo que se expone o lo que se ve en las logias a modo de exposición simbólica. En principio negar la mayor, como es que el Aprendiz tuviera en los gremios de cantería y albañilería la oportunidad de tallar, su misión era otra muy distinta limpiar tajos, asistir a los Compañeros, y Maestros en su faenar, limpiar y tener a punto las herramientas, labores clásicas entre todos los aprendices de todos los gremios, la práctica del oficio ya vendrá luego, por tanto esa adjudicación que le hacemos tan directa al nuestros Aprendices con el quehacer del Aprendiz operativo con el cual queremos enraizarnos no parece tan clara, cuando vemos esas actas notariales de construcción vemos que el hijo de Genaro el Viejo, o sea Genaro el Joven ya tiene una cierta madurez y estaría como camino del Compañero y nosotros ya planteamos a los aprendices tallando la piedra bruta, que sería la labor de los “Moldeadores y talladores” o sea de “Compañeros entrados”. No me voy a meter en el tema de las denominaciones del oficio en Inglaterra y luego en Francia, porque si no este post no acabaría nunca. Cabe preguntarse entonces para qué el mandil y la baveta que la masonería moderna especulativa se apropió, como ya he dicho, de los utensilios y el quehacer de la cantería, pero como con el paso del tiempo se fueron perdiendo las referencias hoy se muestran las contradicciones de ese "préstamo simbólico operativo”.
Posiblemente el mandil que la masonería moderna recortó, para hacerlo más cómodo y vistoso ha perdido funcionalidad, frente al mandil de cuero original largo y con baveta que se utilizaba no tanto a la hora de cantear sino más bien con la labor de manejar las piedras. Si uno está encargado de acercar las piedras a un tajo y estamos hablando de piedras de cierto tamaño, pues lo típico es acercarlas al cuerpo (zona de la barriga) para su levantamiento y transporte…, entonces sí que el mandil largo y con baveta levantada cobra sentido, y no como les solemos "cantar" a nuestros aprendices para proteger cuando se talla la piedra. Pero como además hay que decir que nos hemos comido parte de la organización grupal del oficio, introduciendo por ejemplo un Aprendiz para su iniciación, cuando antes era Aprendiz "entrado", o sea un peón camino de convertirse en Compañero, y para colmo de todo hemos colocado un Maestro de corrido en el desarrollo canteril, pues las contradicciones se nos presentan a cada instante, y más cuando intentemos racionalizar el asunto, fruto de todas esa mezcla y trileos es el motivo por el cual a los antiguos Maestros de obra los hemos tenido que convertir en algo así como en Grandes Maestros, porque no nos cuadraba el estadillo grupal. y es que la edición de las Constituciones de 1722 de Payne que se dan a conocer en enero de 1721 que sería Aprendiz- Compañero y Maestro. Si uno coge un mallete un cincel y una piedra, algo que todos podemos hacer en el campo cualquier día y por dos duros, pues veremos que la forma lógica de tallar la piedra es q con la cabeza del cincel mirando hacia nuestro cuerpo y el mallete saliendo desde los más cerca a nuestro pecho hacia fuera, o sea que eso hace que las esquirlas salgan hacia el exterior más que hacia nuestro cuerpo, salvo que uno ponga el cincel del revés y lo que termine es clavándose el cincel, con o sin mandil, y lo que necesitaríamos en todo caso no es un mandil con baveta sino unas gafas. Seguramente en aquella época habría más ciegos y tuertos que herido en el pecho Por tanto la baveta a la hora del tallado vemos que sirve de poco... y sino fijémonos en los grabados que pueblan este post pues sacaremos algunas conclusiones. Esta claro que todo esto no va a ningún sitio, y que todo son parábolas para explicar hecho simbólicos pero como parece que se pone mucho acento de seriedad a estos asuntos, pues que menos que ponerlos cuando menos en solfa. Por otro lado decir que hay elementos que me sorprenden, y eso desde los primeros meses que llegué a una logia masónica, y me extrañaba que me explicaran que nos llamemos constructores por que éramos maestros de la arquitectura, y sobre manera, arquitectos del Templo de Salomón. Sin embargo cuando uno entra en logia las herramientas que ve en el seno de esta, digamos que son herramientas de cantero-albañil y sirven para muy poca cosa más allá de levantar muros hechos y derechos. Entonces cabe preguntarse de nuevo ¿Las bóvedas, los arcos, los grandes replanteos con que se replanteaban .? Con una regla de24 pulgadas difícilmente. Hay una vieja leyenda que nos habla de que cuando los “operativos” vieron a Anderson llevándose los rituales, e indagando sobre el cometido que tenía cada herramienta y su simbología los buenos masones operativos idearon no tanto esconder los utensilios, sobre manera los valiosos y profundos, porque ello incentivaría aún más la búsqueda del secreto, y supongo que así se evitaban tener que seguir aguantando a los “aceptados” con sus mil y un preguntas. Por tanto idearon un estratagema y fue subir a nivel de adorno aquellas herramientas que de verdad servían para construir, se dejaban en la logia pero se les emplazaba fuera del campo de visión automatizado del ara de las herramientas. De este modo han pasado dichos elementos a la posteridad como adornos siendo las herramientas más importantes con dimensión constructiva, a las cuales además ido enterrando con cargas esotéricas y conceptuales de todo tipo hasta llegar a desvirtuar su sentido original, y ahí están perennes,,. y son junto con el Compás las que permiten más allá de regla de las 24 pulgadas, construir y realizar la misión del Maestro, y para saber cuales son pues lo que dice el encabezamiento de este post ”el que pueda ver que mire”
Y es que llama la atención que la historia tradicional de la masonería es toda una combinación del masón-arquitecto-matemático y muy adaptados a cada época, manejando los grandes compases, las cuerdas y las varas para poder conseguir su excelentes trabajos abovedados, pero es curioso porque luego en la época hermética se perseguirá esto algo del pasado y habrá que luchar por una cultura perdida, la cual en parte y de forma simbólica se quiere hacer revivir en las logias actuales y lo más cercano a ese rol del masón arquitecto que ví fue cuando en la Logia la Française de la Arts puso en escena una exaltación al grado de Compañero y el recipiendario trazó con un Compás durante sus distintos viajes todo un complejo de trazos para construir el Sello que se le había solicitado. Lo demás ha sido pura especulación tras esa leyenda cuasi mítica. Cambiando un poco de tercio, siempre comento que para explicar los pasos del Aprendiz, del Compañero y del Maestro, siempre tan cargado de simbología y cada cual la va a buscar más y más allá su significado. Yo lo pondría más fácil para explicarlo, al igual que los toques, para esa explicación didáctica yo optaría por colocar en una tenida y en medio del taller unos caballetes y unos largos y cimbreantes tablones, por ese andamiaje haría caminar al Aprendiz de un extremos a otro y vería el resultado de sus inseguros pasos; luego subiría unos cajones con argamasa y unas piedras al andamio y haría andar por ese andamiaje al Compañero tras haber cubierto la distancia del andamio, luego subiría un par de Compañeros más y colocaría algún otro elemento más e invitaría a subir a un Maestro, y que este se moviera de un extremo a otro del andamio. A buen seguro que lo que allí viéramos tendría una gran similitud con lo que acontece en el ámbito de la Tenida en cuanto a pasos y toques. Bromas aparte, nuestra historia está como digo plagaditas de tópicos y ya no porque yo lo comente, sino porque prestigiosos historiadores como Porset que nos dice que dice que el VITRIOL es una figura que aparece en la segunda mitad del siglo XVIII, o sea que ya me dirán ustedes que tiene de fundacional una mitología venida de la alquimia. Pero lo que es peor en todo esta zarandaja de ser o no ser iniciáticos y la gran presencia del Método iniciático y su peso en masonería, nos aclara – Charles Porset_ en su trabajo en Buen Uso del Simbolismo 2. que la idea según la cual la masonería sería una sociedad “iniciática” se encuentra a partir del siglo XVIII en aquellos cenáculos cripto-symbolicos (Alrededor de Martines de Pascally y Willermoz) que pretendían secretamente remplazar la “Orden dans le giron de Rome” Hay otra anécdota que expone Porset sobre Chezdebien y por tanto como es largo de contar les dejo con el enlace para que ustedes disfruten de esta nueva historia llena de singularidades: http://www.ritofrances.net/2011/05/el-buen-uso-de-simbolismo.html André Doré nos dice en su libro: “Vérites et Legendes de l´Historie Maçonnique" que nuestra historia ritual se confunde las más de la veces con el nacimiento de las Ordenes dentro se su construcción doctrinal y sobre manera en la Ilustración, por tanto nos avanza el carácter “fraternal” a fin de conformar el “centre de Unión” no exigía otra cosa más allá que la puesta en valor de un simple ceremonial, exento de cuestiones “iniciáticas” y más aún ante lo que se está es sobre manera ante unas sociedades de banquetear y sociedades “baladines” donde la biblia se impone por el hermetismo u el rosacrucismo llegado de otros lares y que va a jugar un rol hasta llegar a nuestros días, tanto debía ser el tema del banquetear que el Gran Oriente de Francia en 1789 prohíbe los juegos de mesa en los locales masónicos. Al final, lo que se impuso fue la necesidad de el carácter ceremonial y de enriquecerlo con adicciones incorporadas a demanda, lo hemos visto en el desarrollo y evolución de la Cámara de Reflexión” haciendo aparecer en escena un tipo masón profesional un tanto estereotipado a fin de poder asegurarle la edificación desde la Piedra Bruta a la Piedra Clave y dándole sentido a los catecismos especulativos que desde sus más o menos puntos divergentes querían estructurar todo un sistema con parámetros y directrices ya conocidas de la presencia de la biblia, los estatutos y los Reglamentos, rodeándose de una iniciación misteriosa y sus psicodramas de la muerte y la resurrección, o los cinco puntos de la maestría o la palabra perdida. Y para concluir este trasteo como recordaba mi buen amigo Porset, como no iba a exigirse se Hombre de Bien y de probada calidad, sin los “dineros que requería la empresa de la practica hiramista estaba por la nubes, de ahí que como las grandes religiones, la tipología de la adscripción quedó reflejada en las Constituciones a sangre sudor y lagrimas, pues de su buen cumplimento tendría como resultado el que la masonería fuese una empresa de futuro, como ha sido pero en base a ese criterio de Hombre libre y de buenas cualidades y un observador moral.- Víctor Guerra MM.:.
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