Trastorno antisocial de la personalidad

¿Qué es el trastorno antisocial de la personalidad?

El trastorno antisocial de la personalidad es uno de los trastornos más difíciles de tratar, puesto que normalmente vienen obligados por los padres (en los adolescentes especialmente) o incluso por instituciones penitenciarias. No tienen motivación de acudir a terapia, y es cuando transgreden normas o cometen fallos cuando se les obliga a ello.

Es un trastorno que se caracteriza por una gran inestabilidad, impulsividad y una enorme falta de empatía. Son personas que:

• No respetan los derechos de los demás.
• Incumplen las normas sociales de manera grave.
• Engañan, mienten de manera repetida, manipulan, etc.
• Son impulsivos.
• Se muestran irritables y agresivos.
• Imprudentes con su propia seguridad y la de los demás.
• Poca o ninguna empatía, con ausencia de remordimiento o culpa.

¿Cuándo lo podemos detectar?

El trastorno antisocial se manifiesta generalmente con graves problemas de conducta en la adolescencia, siendo más frecuente en hombres que en mujeres. No obstante, el diagnóstico precisa que la persona tenga al menos 18 años.

¿Cuál es el pronóstico?

El trastorno antisocial es crónico, aunque tiene a remitir o a disminuir a mitad de la vida, siempre y cuando se hayan recibido tratamientos psicosociales.

¿Cuáles son las causas?

La causa por la que una persona puede desarrollar un trastorno antisocial es desconocida aún. Sin embargo, se ha comprobado que hay ciertos componentes genéticos y ambientales que pueden influir.

Entre los factores genéticos, se piensa que:

• El problema se encuentra en el lóbulo frontal y prefrontal, áreas que regulan la inhibición de los impulsos y rigen procesos como la planificación y la previsión de resultados. De este modo, no se permite la inhibición de ciertos impulsos y por ello frenar determinadas conductas.
• Problemas en la regulación de emociones.

Y entre las causas ambientales, se ha visto que influyen mucho algunos aspectos como:

• Antecedentes familiares de trastornos de personalidad antisocial u otras enfermedades mentales.
• Haber sido maltratados o abandonados durante la infancia.
• Entornos familiares inestables, violentos…

¿Y qué se puede hacer?

A la hora de trabajar con estas personas, habrá que trabajar también a nivel familiar. Entre las cosas podemos trabajar con ellos, podríamos:

• Enseñarles a ser conscientes de sus propias emociones. Que aprendan a reconocerlas y a identificarlas para poder enfrentarse a ellas después.
• Aumentar la capacidad de empatía.
• Que acepten las normas sociales.
• Aumentar la responsabilidad, para que se impliquen en comportamientos más sanos, seguros y morales.
• Enseñarles compasión.
• Aumentar el respeto por los demás. Para que acepten las diferencias de los demás y valoren sus derechos.
• Enseñarles habilidades de solución de problemas.
• Habilidades de comunicación con los demás.
• Resolución de conflictos.

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