Aproximadamente el 1% de la población infantil, entre las edades de 3-17 años de edad, han sido diagnosticados con un trastorno del espectro autista. Los expertos estiman que el autismo ocurre en uno de cada cien nacimientos.
¿Qué es el trastorno del espectro autista?
Las estadísticas actuales muestran que el autismo crece a una tasa del 10-17% anual y podría afectar a unos 4 millones de personas en los próximos diez años.
El autismo es una discapacidad de desarrollo compleja y difícil de entender que generalmente aparece primero en los niños dentro de los dos años de vida. La afección afecta al cerebro humano y las interacciones sociales del niño, las habilidades de lenguaje y habilidades de comunicación. Los niños y adultos que tienen autismo muestran dificultades en la comunicación verbal y no verbal y son incapaces de interactuar con otros como resultado. El trastorno del espectro autista es el más común de todos los trastornos generalizados del desarrollo y no conoce fronteras raciales, étnicas o sociales y puede suceder a cualquier niño en cualquier familia.
¿Qué causa el autismo?
No existe una sola causa conocida para un niño con trastorno del espectro autista. Los investigadores están desconcertados en cuanto a lo que específicamente provoca a un niño y no otro desarrollar el trastorno debilitante. A continuación se enumeran algunos factores que podrían conducir a un niño que desarrolla autismo, que incluyen pero no se limitan a lo siguiente:
- Errores genéticos: los investigadores han aislado una serie de genes que parecen estar relacionados con el autismo. Algunos genes pueden hacer que un niño tenga un mayor riesgo de desarrollar autismo. Cada error en la cadena genética pone a un niño en mayor riesgo y la influencia genética puede ser sustancial.
- Factores ambientales: algunos investigadores están investigando si las toxinas ambientales, los productos químicos y los virus pueden estar relacionados con el autismo en niños.
- Otras causas: otros factores que se están estudiando incluyen problemas durante el trabajo de parto y el parto y la función del sistema inmunitario en relación con el autismo. Algunos expertos piensan que el daño de la amígdala (parte del cerebro que detecta el peligro) puede desempeñar un papel en el autismo.
- Hasta la fecha ha habido varias fuentes que afirman que las vacunas infantiles pueden aumentar el riesgo de autismo infantil. Hasta la fecha, se han llevado a cabo extensos estudios que no han encontrado un vínculo concluyente para demostrar que la afirmación es verdadera.
Signos del autismo
Debido a que cada niño es diferente, el autismo puede ser difícil de identificar y diagnosticar. Muchos niños muestran signos distintivos de autismo a partir de la primera infancia, mientras que otros niños muestran signos más tarde en la vida después de parecer desarrollar a un ritmo normal. Aunque cada niño está seguro de mostrar sus propios patrones de comportamiento únicos, hay ciertas características que pueden ser un sello distintivo del autismo:
Habilidades sociales- El niño prefiere jugar solo y parece retirarse a su propio mundo, ignorando a otros y siendo solitario.
- No responde a su nombre.
- Hace un mal contacto visual.
- Es resistente a las caricias o a la retención.
- Parece ignorar los sentimientos de los demás.
- Puede repetir ciertas palabras o frases, casi cantando.
- Experimenta retraso en hablar en contraste con otros de la misma edad.
- Pierde la habilidad previamente adquirida para hablar palabras o oraciones.
- Evita el contacto visual cuando habla o hace peticiones.
- Habla en un tono monótono o anormal, el habla es cantada o robótica.
- No puede iniciar una conversación o no puede mantener una conversación.
- Puede parecer sensible a la luz, al ruido y al tacto, pero impermeable al dolor.
- Desarrolla rutinas o rituales.
- Se altera a la menor desviación de rutinas o rituales.
- Se mueve constantemente de una manera u otra.
- Puede ser cautivado por las partes de un objeto, tales como ruedas giratorias en un coche de juguete.
¿Cómo se diagnostica el autismo?
El pediatra buscará señales de retrasos en el desarrollo durante las visitas regulares. Si un niño muestra algunos signos que destacan un caso sospechoso de autismo, tendría que derivarse a un especialista. Un especialista en autismo trabajará en conjunto con un equipo de otros profesionales médicos y especialistas que realizarán una serie de pruebas utilizadas para diagnosticar el autismo.
Debido a que cada niño es único, diagnosticar el autismo puede ser bastante difícil y complejo. No hay pruebas médicas específicas para identificar el trastorno, sólo después de una evaluación formal, observar al niño y hablar con el padre acerca de las habilidades sociales y lingüísticas y patrones de comportamiento puede un médico comenzar a hacer un diagnóstico creíble.
Aunque los signos de autismo por lo general aparecen por primera vez en los niños alrededor de 18 meses de edad, un diagnóstico formal es en última instancia, se retrasa hasta que el niño llega a 2-3 años de edad. El diagnóstico y la intervención tempranos permiten que el niño reciba el mejor tratamiento posible y permita el resultado más significativo.
Tratamiento para el autismo
No hay cura para el autismo y de hecho hay una amplia gama de métodos de tratamiento en el hogar y en la escuela para el trastorno. Un especialista en autismo será capaz de recomendar el mejor tratamiento y más agresivo e identificar lo que más beneficiarán al niño en cuestión. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes son las siguientes:
- Terapia de comportamiento y comunicación: se han desarrollado muchos programas para tratar la amplia gama de dificultades de habla, sociales y de lenguaje que experimentan los niños con autismo. Algunos de los programas se centran en la reducción de problemas de comportamiento y la enseñanza de nuevas habilidades. Otros programas de tratamiento utilizan en la enseñanza del niño cómo actuar en diferentes situaciones sociales y cómo comunicarse eficazmente con los demás.
- Terapia educativa: los niños con autismo frecuentemente responden muy bien a un programa de terapia educativa altamente estructurado. Los objetivos de los programas son mejorar las habilidades sociales y de comunicación, e inculcar pautas de comportamiento positivo.
- Terapias farmacológicas: no hay medicamentos que mejoren los signos del autismo, pero hay ciertos fármacos que han demostrado ser prometedores en el control de la enfermedad. El niño puede prescribir antidepresivos para la ansiedad o medicamentos antipsicóticos para el tratamiento de problemas de conducta severos.
- Terapias creativas: la intervención médica complementaria y las terapias de arte o música se centran en reducir la sensibilidad del niño al ruido, los sonidos y el tacto.
- Dietas especiales: se han hecho varias recomendaciones dietéticas en relación con el tratamiento del autismo. Algunos proponentes creen en la restricción de alergenos alimentarios, probióticos, un plan de dieta libre de levadura, un plan de dieta sin caseína o una dieta sin gluten. Para aprender más acerca de la promulgación de una dieta especial en un niño con autismo es necesario que un padre primero hable con un nutricionista y experto en autismo para ver qué plan funcionaría mejor.
- Terapia quelante: el tratamiento recomendado por algunos médicos y padres se realiza para eliminar el mercurio del cuerpo. Hasta la fecha no se han realizado estudios que hayan demostrado que la terapia es beneficiosa para los niños con autismo y el tratamiento no ha demostrado ser seguro.
Visión de conjunto
La crianza de un niño con autismo puede ser una situación extremadamente difícil y agotadora. Sin embargo, hay cosas que los padres pueden hacer para aprender maneras efectivas y positivas de lidiar con las tensiones y desafíos que harán la vida más manejable. Encontrar un equipo de profesionales de confianza, aprender todo lo que hay que saber sobre el trastorno, buscar otras familias con niños autistas y tomar tiempo para sí mismo y otros miembros de la familia es la clave para adaptarse a la vida con un niño que sufre de una condición de este naturaleza.