Últimamente he estado un poco como el tiempo, gris, pensativa, haciendo balance de no sé muy bien el que.
Dicen que las mujeres somos complicadas, no voy yo a dar la solución a semejante misterio ni a negar que somos pura emoción contenida que se desborda cuando menos nos viene bien.
Estaba yo, no de bajón, sino más bien como de "ganas de nada", como alimentándome de mi propia conciencia que es tan loca a veces y tan racional otras, y a la que tanto le cuesta encontrar ese punto intermedio.
Después de dos años y medio de mareos emocionales, de nervios a flor de piel, de momentos pletóricos y días en que no te sientes tan "tu".
He llegado a la conclusión de que este raro estado empezó poco después de nacer mi hijo, así que algo tendrá que ver.
Después de este pensamiento interior, yo Ely:
Afirmo que ya loca y perturbadilla de nacimiento puedo asegurar y aseguro que la maternidad me ha llevado a la enajenación mental más absoluta.
De repente hay un raro efecto secundario que se repite con mucha frecuencia desde que di a luz, mi lengua no es capaz de pronunciar muchas palabras que antes decía con absoluta normalidad, dejo las llaves dentro de la nevera y aparecen toda clase de cosas en sitios que no deberían estar, mi cabeza ha perdido el norte y las cosas que quería ir a buscar desaparecen en mitad del camino, mis gafas son una lucha continua, las encuentro cuando no las busco y las busco y nunca las encuentro , claro que hay veces que resulta que ya las llevaba puestas.
Me he dado cuenta que este efecto hipnótico de confusión crece en otoño e invierno, será el frío que se te mete en los huesos queriendo solo meterte en casa calentita.
La conclusión es que el frío me hace ver todo de otra manera, y mis reflexiones incluso parecen congelarse, todo me cuesta más, y es como que estas en "stand by" para no gastar mucha de esa energía tan necesaria en días de lluvia y frío.
Mi hijo también lo ha notado, me sigue por toda la casa mirándome extrañado, como queriéndome decir, donde está la tía que se pasaba el día bailando, corriendo y buscándome entretenimiento sin fin, y llevándome a múltiples excursiones y salidas.
Pues bien.......
Esa tía está hibernando!!!!!!!!!!
En todos los sentidos.
Tengo menos olfato, vuelve mi amada sinusitis que no me abandonará hasta la primavera, tengo menos ganas de salir, mi bailes se han convertido en patadas al aire cual intento de capoeira mal bailada, y mi hijo que me sigue mirando con cara de............
Por el amor de dios mama, si es que ni lo estas intentando!!!!!!!!
Es cierto
Intento como puedo escaquearme sin que se me note, pero nada, se nota.
Así que aquí estoy haciendo un esfuerzo y pensando, contando los días para que el calorcito llegue y mi locura baje a niveles controlables por "yo".
Inconvenientes de un hijo insaciable en el movimiento, que eso de sofá, mantita y tardes de cine o película infantil, eso es una "misión imposible", así que mientras espero que mi cuerpo se acostumbre a este frío, y mi mente me vuelva a responder y claro está, mi hijo vuelva a mirarme como lo que soy, una madre que controla cada una de sus emociones y problemas a la perfección, (esto último es ironía para quien no lo haya pillado), pues mientras tanto intentaré estar a la altura como madre, como mujer y como compañera de viaje algo coja, que no siempre una puede estar al 100% .
Una madre con "síndrome post maternidad" perpetuo agudizado por el frío y el mal tiempo.
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