El profesor de latín, Raimond Gregorius (Jeremy Irons), encuentra un día en Berna, en el puente de Kirchenfield, a una portuguesa que está a punto de tirarse a las aguas del Aar. Sin pensarlo, el profesor interviene y salva a la joven. La lleva al liceo, desde donde desaparece algunos instantes después. De ella no queda más que un impermeable en el que el profesor encuentra el libro de un autor portugués y un billete de tren a Lisboa. Raimond lo deja todo y coge el tren de noche a Lisboa, para intentar averiguar más sobre ese escritor lleno de secretos que plantea en su libro, precisamente, las cosas que desde hace años atormentan a Raimond. Adaptación de la novela de Pascal Mercier. Edición Española: ‘Tren nocturno a Lisboa’ (El Aleph, 2012)
Calificación: 6,761.
Tráiler de la Película
Ficha:
Título Original: Night Train to Lisbon.
Director: Bille August.
Guionistas: Greg Latter, Ulrich Herrmann.
Intérpretes: Jeremy Irons, Christopher Lee, Mélanie Laurent, Jack Huston, Lena Olin, Charlotte Rampling, Tom Courtenay, August Diehl, Bruno Ganz, Martina Gedeck, Marco D’Almeida, Beatriz Batarda, Nicolau Breyner, Jane Thorne, Burghart Klaußner.
Productores: Kerstin Ramcke, Peter Reichenbach, Günther Russ.
Fotografía: Filip Zumbrunn.
Música: Annette Focks.
Montaje: Hansjörg Weißbrich.
Diseño de Producción: Augusto Mayer.
Diseño de Vestuario: Monika Jacobs.
Países: Alemania, Suiza, Portugal.
Lugares de Rodaje: Caxias; Lisboa (Portugal); Berna (Suiza).
Fechas de Rodaje: De 11-03-2012 a 04-05-2012.
Año: 2013.
Duración: 111 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Misterio, Romántica, Suspense.
Estreno: 16-04-2014.
Distribuidora: Surtsey Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Crítica:
16-04-2014 – JOSU EGUREN
El hombre duplicado
Una casualidad -fatal para Bille August (“Pelle el conquistador”, “La casa de los espíritus”)- enfrenta en cartelera a “Tren de noche a Lisboa” y “Enemy“, dos películas que comparten aroma portugués, personajes y argumentos de extracción literaria (Mercier vs. Saramago), y una temática, la del ‘doppleganger’, analizada desde posiciones radicalmente distintas. Para el director danés, las letras del betseller homónimo de Pascal Mercier sirven de catenaria para un ‘thriller’ nostálgico volcado en la placidez de un formato aventajado por la apatía de la cámara y una dirección competente que simula reflejarse en las ficciones televisivas de lujo.
La quintaesencia de un modelo virtual ideado para producir películas de ‘buena factura’ que concentran su atención en el peso de unos actores que desfilan ante el el espectador bordeando el cameo, como si el director estuviese más interesado en pronunciar su identidad real que la netamente cinematográfica. Y el resultado no puede ser otra cosa que un largometraje mediocre envuelto en el tufo a coproducción de encargo de la que tira un frágil y voluntarioso Jeremy Irons. Con la complicidad de Jack Huston, que opera en un paralelo cronoemocional, Irons trabaja para dotar de carácter a un personaje derrotado por la vulgaridad de un dispositivo en el que el actor británico ejerce como correa de transmisión entre múltiples postales dramáticas que hunden sus raíces en la dictadura salazarista.
La gracia de “Tren de noche a Lisboa” es al mismo tiempo su peor vicio, y a pesar del interés que pueden despertar Christopher Lee, Charlotte Rampling o Mélanie Laurent, su integración en una cultura y un pasado históricos tan evidentes no llega a producirse. Ni el poder desgastado de la ficción redime su exceso de inverosimilitud.