Ya pasó la tan mencionada cena de Nochebuena, que si nos juntamos seis, que si diez, que si cierran las comunidades, que si confinamos las comarcas, que si apelamos a la responsabilidad individual, que si protegemos a nuestros mayores, que si nos cuidamos entre todos un poco… Espero que las huellas que dejen tus acciones nos hagan más humanos, más fuertes. Sea como sea que la hayas vivido, espero que fuera una noche muy especial. La nuestra lo fue a pesar de las diferencias con el resto de años.
Decidimos apoyar un poco la economía y de paso distraernos de una noche tan distinta a la tradicional y nos fuimos hasta Pals, Girona. Si me sigues en redes, ya habrás podido verlo. Para ello, adaptándonos a las restricciones oportunas en Cataluña, viaje a hotel o casa rural, nos movimos los cuatro, (mismo grupo de convivencia) a una hora y cuarto de donde vivimos, a pasar cuatro días a una preciosa casa rural que nos ha concedido momentos de mucha convivencia, lectura, series, algo de turismo local y muy buena comida. Carme, la anfitriona, es encantadora y nos ha ofrecido todas las comodidades habidas y por haber y la estancia ha marcado una bonita salida en tiempos de coronavirus. Si quieres conocer un poco más de nuestra estancia, te dejo el enlace y un montón de fotos al final de esta entrada.
Ahora vamos por la última receta del año. Una combinación que nunca puede salir mal… hojaldre, canela, queso y nueces. La propuesta es un poco laboriosa, pero sean como sean tus habilidades para hacer la trenza, al final, con el horneado todo se acomoda para crear un postre vistoso y con mucho sabor.
Ingredientes
- 3 planchas de hojaldre
- 300 g de queso de untar
- 4 cucharadas de azucar moreno
- 1 cucharada de canela
- 1 taza y media de nueces picadas
- Huevo batido
- Azucar glass para decorar
Estira un poco las masas de hojaldre sin aplastarlas demasiado.
Haz una crema con el queso de untar, el azúcar moreno y la canela.
Pica las nueces para esparcilarlas sobre el queso.
Extiende una fina capa de queso de untar sobre las planchas. Puedes juntar las tres planchas pero luego será muy difícil manejarla a la hora de hacer la trenza. Es mejor hacerlas de una en una y juntarlas una vez hechas las trenza. Reparte las nueces por encima.
Haz un rollo longitudinalmente con cada plancha. Corta con un cuchillo muy afilado por la mitad y trenza, por arriba y por abajo. Te recomiendo ir poniendo una por una sobre el papel encerado y la bandeja del horno. En este caso he hecho una espiral porque con tres planchas es muy largo para hacer solamente una corona, pero si la quieres más cortas puedes usar solo dos laminas de hojaldre.
Barniza con huevo batido. Hornea durante 30 minutos o hasta que el hojaldre haya subido y esté crujiente. Cuando esté listo, espolvorea con azúcar glass.
El resultado es un postre que no tiene mucha ciencia y que es muy suave en sabor. Al enfriarse la masa de hojaldre queda muy crujiente y aguanta así un par de días – más, no te podría decir- por nunca aguanta más de dos días en casa.
En el blog hay un montón de recetas navideñas, puedes hacer una búsqueda rápida en el buscador.
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Volviendo a nuestra estancia en Pals. Cuando decidimos -con mucho dolor-que no lo pasaríamos con la familia, le dimos un giro a la decisión y pensamos pasarlo en algún lado cerca de casa, con dos requisitos… que fuera un lugar con encanto y que tuviera chimenea -aunque no hizo falta ni encenderla- y la verdad es que el apartamento Anita rebasó nuestras expectativas. Tardé en encontrarlo pero encajó desde el primer momento.
Carme, la anfitriona, te entrega el apartamento en unas condiciones impecables y con una serie de detalles que marcan la diferencia, desde capsulas de café, té, botella de vino de bienvenida, chocolatinas, a sábanas bordadas, todo tipo de útiles de baño y de calidad, toallas como nuevas, albornoz con zapatillas, secador de pelo en cada cuarto de baño, vajilla, cristalería, electrodomésticos, no faltaba un detalle… todo eso aderezado con un gusto exquisito en la decoración donde se puede apreciar el cariño con el que atienden su negocio. La casa tiene una decoración rural acorde al estilo medieval del pueblito de Pals en sí. Las robustas paredes hacen que el silencio presida la estancia y a la misma vez, den calidez en el entorno. Además de todo esto, la casa cuenta con parking privado, lavandería común en la zona del patio y baño con toallas de piscina. En la terraza privada, cuenta con barbacoa, hamaca y, en estas épocas de frío, tiene hasta estufa de exterior. Sin duda, repetiremos en cuanto podamos… si es en verano, podremos sacarle rendimiento a la piscina y disfrutar de los maravillosos caminos de ronda y playas idílicas de la costa Brava.
Os dejo el enlace donde podéis entrar directamente a su web www.samariastreet.com para echar un vistazo y reservar. Avisadle que vais de mi parte para que os ubique.
Déjame tu comentario, tu inquietud, tu propuesta más abajo. Me hace mucha ilusión leerte.
¡Muchas gracias!