Estoy encantada desde que me compré el libro de Ibán Yarza el año pasado, está todo muy bien explicado y es fácil llevar a cabo sus recetas. Me apetecía mucho hacer esta trenza con dos tipos de harina, de trigo y una pequeña parte de harina integral. Me ha encantado el resultado y, aunque es una receta para hacer sin prisas, merece la pena repetirla de vez en cuando. La recomiendo.
*En esta ocasión amasé a mano pero igualmente se puede hacer en amasadora o robot de cocina.
*Mi horno de la aldea es algo más pequeño que los normales de sesenta así que tuve que cortarla un poco y hacer dos, una más grande justo la bandeja de mi horno y otra algo más pequeña, pero en un horno convencional esto no hace falta.
*En la receta original se pone el doble de nueces pero a mi me parecen demasiadas por lo que reduje esta cantidad a la mitad y me pareció una cantidad adecuada.
INGREDIENTES
-225g de harina de fuerza
-50g de harina integral
-80g de leche
-un huevo
-15g de miel
-10g de azúcar
-25g de mantequilla a temperatura ambiente o margarina
-una pizca de sal
-12g de levadura fresca
PARA EL RELLENO
-75g de nueces peladas
-50g de higos secos
-40g de mantequilla o margarina derretida
-30g de miel
PARA LA GLASA
-50g de agua
-100g de azúcar
-una cucharadita tamaño postre de zumo de limón
PREPARACIÓN
En un cuenco o en la amasadora mezclamos todos los ingredientes de la masa hasta que esté todo bien integrado, quedará algo pegajosa.
Dejamos reposar la masa diez minutos y luego amasamos otro poco, unos ocho minutos. Observaremos que la masa está algo más suave y menos tensa, más relajada.
Hacemos una bola, la colocamos en el bol y la tapamos con un paño. Dejamos que repose una hora y media en un sitio cálido.
Mientras, mezclamos los ingredientes del relleno en un cuenco no muy grande y lo reservamos.
Cuando haya pasado el tiempo de la fermentación habrá crecido el doble. La sacamos a la encimera y la estiramos con el rodillo hasta que tengamos un rectángulo de unos 60 x 30cm. En la aldea como no tengo utilizo una botella de agua vacía, como se hacía antes.
Distribuimos el relleno bien estirado por toda la superficie del rectángulo de masa que no quede apelotonado porque luego resultaría empalagoso. Así, que haya huecos en la masa es lo ideal.
Ahora enrollamos la masa a lo largo. cortamos en dos mitades a lo largo con un cuchillo bien afilado. Trenzamos las dos mitades juntando bien los extremos para que no se abra al fermentar.
Las colocamos en la bandeja del horno con un papel para horno para que no se pegue y la tapamos con un paño de algodón. La dejamos fermentar de nuevo por lo menos dos horas en un sitio cálido.
Al cabo de dos horas tenía este aspecto, veis como se han abierto un poco los extremos? hay que sellarlos muy bien.
Ahora, encendemos el horno a 210º calor arriba y abajo sin ventilador y cuando alcance la temperatura metemos la trenza en la rendija del medio del horno y la dejamos hornear unos veinte minutos o hasta que esté bien dorada. Mientras se hornea preparamos la glasa. En un cazo calentamos el agua con el azúcar y el zumo de limón y lo dejamos hervir unos minutos hasta que tengamos un almíbar ligero. Para aplicarlo tiene que estar caliente. Nada más sacar las trenzas del horno las sacaremos a la rejilla del horno para que se enfríe y aplicamos el almíbar así en caliente con una brocha de cocina por toda la superficie.
Ahora, recién salidas del horno aplicamos la glasa en caliente generosamente con una brocha de cocina.
El aspecto final, no me digáis que no os apetece poneros a preparar esta delicia!