Tres abuelas y un cocinero muerto - Minna Lindgren

Tres abuelas y un cocinero muerto
Minna Lindgren

Ed. Suma de letras400 págs.

Tienen 90 años. Pero no piensan morirse hasta descubrir al asesino. Siiri, Irma y Anna-Liisa son tres viudas de noventa años residentes en El Bosque del Crepúsculo, un centro privado de apartamentos para la tercera edad de Helsinki. Más que un nidito acogedor para las personas mayores, la residencia resulta un lugar sini estro en el que los ancianos se ven privados de su identidad, rodeados todos los días por enfermeros vagos e inexpertos, y obligados a hacer gimnasia, a asistir a conferencias y a tomar un gran cantidad de medicamentos prescritos por médicos a los que apenas han visto. Parece que para las tres amigas los días ya solo traerán partidas de cartas, viajes en tranvía y asistencia a funerales. Pero en la residencia se empiezan a producir unos misteriosos asesinatos... y quizá nadie había contado con la curiosidad y el tiempo libre de unas inocentes ancianitas.

No sabía muy bien que me podía encontrar, pero el título y la sinopsis me tentaban mucho. Me lancé a leerla y, no fue lo que en un principio esperé… Tres abuelas y un cocinero muerto.
Este libro pertenece a una trilogía llamaba Helsinki. Después de leer la novela entendí claramente el porqué de ese título de trilogía y aunque me ha gustado, ha habido cosas que me han hecho aburrirme, e incluso saltarme palabras porque no podía más. El resultado me ha gustado, pero creo que a alguien que no sea de ese país este libro aburre mucho.
La historia comienza con la muerte del cocinero de la residencia donde viven nuestras tres protagonistas: Siiri, Irma y Anna-Liisa. Se lamentan de que una persona tan joven haya muerto mientras ellas esperan casi con ansias el momento de la muerte. Por ello deciden investigar qué ha pasado y averiguar por qué un chico tan joven ha decidido quitarse la vida.
Al principio tenía toda la pinta de ser muy interesante y jugosaya que las protagonistas se preveían muy divertidas, pero todo se diluyó cuando las tres ancianas lo único que hacían era viajar, viajar y viajar por Helsinkiy mostrarnos las calles, los edificios y, sobretodo, el metro de la ciudad. Al principio gusta mucho, nos muestra cómo es la ciudad, te la transmite de forma amena, pero llega un punto en el que aburre y no aporta casi nada.
Como dije hay muchos peros, que los diré más adelante, pero hay una cosa muy buena y es con lo que me quedo con el libro: la realidad que se describe. Hay una clara descripción de la realidad de los abuelos de hoy en día y queda muy bien plasmado. La soledad de la gente más mayor, la vida tan complicada que se les queda cuando nadie les hace caso y solo se tienen entre ellos. Hay una fuerte crítica social en referencia a toda la facilidad con la que se dejan morir a los ancianos y les dejamos a su suerte en una residencia o apartamentos para que cuiden a nuestros familiares y solo nos preocupa el dinero, no la situación en la que viven y cuando nos cuentan algo pensamos que “chochean” y no les creemos.
Otro de mis peros, además de la pesada descripción de la ciudad y de su transporte, es la nula investigación. Pasan cosas dentro de esta residencia, pero el final es algo rápido y aunque aclaran ciertos asuntos, a mí me quedan dudas de lo que pasó realmente. El final es bonito, muy tierno, pero en referencia a lo que vende la sinopsis es un final rápido y no queda muy claro.
Es un libro cortito, aunque no sea divertido, si tienes ciertos puntos irónicos y que te hacen sonreír. No es un libro que realmente merezca la pena leer, por ello no lo recomendaré. Yo me esperaba una novela negra en los dos sentidos y me he encontrado con una novela entretenida sin más aunque si con una fuerte crítica social.

En conclusión, Tres abuelas y un cocinero muerto es el primer libro de una trilogía que no recomiendo especialmente ya que hay demasiada descripción de la ciudad de Helsinki y hay nula o poca investigación. Con un algo rápido, pero bonito final tendremos una sensación agridulce: nos gustará por la crítica social que nos refiere, pero engañados porque no nos encontraremos con una verdadera ni mordaz investigación.