Tres años juntos

Tres años, de treinta y cinco que llevo a cuestas, podrían parecer una porción minúscula de vida. Pero son tres años contigo y eso lo cambia todo. Tú lo has cambiado todo.

Has hecho que cada minuto sea valioso si es contigo, que no haya días oscuros y grises que no se llenen de luz con una de tus sonrisas, porque todo se vuelve de colores si  lo vemos a través de tus preciosos ojos.

 Cuando te miro me desbordo de amor y orgullo, mi pequeño artista. Que poquito queda de aquel bebé chiquinín que tal día como hoy, hace tres añitos nos convirtió en padres y que, con nosotros y, a pesar de nosotros, se está convirtiendo en una personita maravillosa.

Perdónanos si a veces nos equivocamos y nos olvidamos de que eres un niño y sólo quieres vivir el aquí y ahora; perdónanos porque, en ocasiones, no queda otra, que sumirte en el ritmo frenético de este mundo de locos, que hemos montado los adultos, casi siempre hostil  y ajeno a las necesidades de los enanos como tú.

Gracias por ponérnoslo tantas veces fácil y también por esos otros momentos difíciles, por hacer que nos enfrentemos a nuestras sombras y nuestros miedos, por ponernos retos y hacernos crecer a tu lado.

Gracias por convertir nuestra sala en un salón de juegos y hacernos sentir como niños, por leernos cuentos y cantarnos canciones, por hacernos recuperar la capacidad de asombrarnos.

Gracias por  no tenernos rencor cuando te fallamos y no perder nunca esa calidez en tu sonrisa, esa inocencia en tu mirada. Eres el antídoto perfecto para cualquier contratiempo que suceda. Un beso tuyo lo cura todo.

 Gracias por haberte adaptado tan bien a los últimos cambios y por habernos dado una lección de madurez y de paciencia. No hay imagen más bonita que contemplar como te desvives por tu hermano y lo colmas de atención y de cariño. Un día no muy lejano, será tu mejor compañero de juegos. Gracias por hacernos sentir una familia.

 Gracias por esos abrazos de oso que cortan la respiración y esos besos cálidos y puros. Por esas caricias en mis mejillas, cuando amaneces a mi lado, junto con Mickey, Buzz, Rayo o los siete muñecos que toquen esa noche. Por tus caras de payaso y tus historias que rebosan imaginación y esos morritos que pones cuando cantas y bailas, muchas gracias mi vida.

 Gracias por todos y cada uno de los minutos de estos tres años juntos, cariño. Gracias por querernos hasta la luna y vuelta. Nuestro amor por ti llega hasta el infinito y más alláaaaa!!!