Revista Arte

Tres modelos de sociedad y de ciudadanía

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

Según la interpretación liberal, la sociedad es la composición de los individuos, el conjunto de las personas separadas.

El estado se ocupa de defender los derechos individuales, tales como la propiedad y procura no intervenir demasiado para no menoscabar las supuestas libertades individuales.

El ciudadano es un sujeto adscrito a una serie de derechos individuales y deberes para con el estado mínimo y con la obligación de no inmiscuirse en las libertades individuales de los otros ciudadanos. La cultura es el resultado de la actividad de sujetos separados que dan su aporte cultural, la cultura queda en la suma de las partes. La sociedad queda atomizada y tendente hacia un cierto individualismo.

El modelo comunitarista, por contra, entiende que la sociedad es una comunidad unida, formada por ciudadanos que conforman un colectivo con una identidad compartida y en función de esa identidad nacional o cultural. La base de la sociedad es la comunidad de unos sujetos que comparten una identidad común, como la nacionalidad, la patria o la identidad cultural.

El estado se ocupa de los derechos colectivos de los ciudadanos que forman parte de esa unidad determinada por la identidad. Las personas ciudadanas dan forma a la sociedad de forma colectiva y se ve inserta en una serie de derechos colectivos, sociales y deberes para con la comunidad.

La cultura queda fijada por una serie de características compartidas, producto de una educación común, unas costumbres y un desarrollo de una serie de ideas que son lugares comunes para una comunidad determinada. La sociedad forma un todo, aunque homogéneo y casi sin cabida para las aportaciones originales y personales que no queden subsumidas por corrientes culturales comunes identificables o como parte del actuar de colectivos tipificables.

Según el republicanismo, la base de la sociedad es el ciudadano, que es un sujeto de tipo político, que participando en las cuestiones públicas conforman una comunidad participativa y mejor. El concepto republicano de ciudadanía implica que dicho sujeto político solamente se realiza, se da a ser, a través de la participación.

El republicanismo indica que la democracia solamente es tal si se da participación ciudadana (que evite la dominación -impide la separación entre gobierno y los ciudadanos- y permita la deliberación en la que, entre todos, se llegue a la noción de justicia). El ciudadano no nace, sino que se hace. Con su actuación, da forma a la política, a la comunidad, a la cultura (con sus aportaciones personales renueva la cultura, los conceptos y las ideas que hay en una comunidad) y a la sociedad.

Juan José Angulo

-Arteta, A; García Guitián, E; Maíz R. (2003): Teoría política: poder, moral, democracia. Alianza Editorial, Madrid.

-Kymlicka, W. (1995): Filosofía política contemporánea. Una introducción , Ariel, Barcelona.


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