Revista Coaching

Tres preguntas clave para mejorar tu efectividad

Por Jofoba @jordifortunybad

En el anterior post hablábamos de tres hábitos que son muy importantes para nuestra efectividad, pues en este nos vamos a centrar, bajo mi consideración, en otras tres cuestiones clave. Me refiero a tres preguntas que debemos hacernos en el momento de la toma de decisiones al respecto de las tareas que tendremos por delante. Pensar en estas preguntas nos llevará a fijar criterios de decisión, y esto nos hará más efectivos.

Estas tres preguntas clave, son:

¿Cuál es el fin? Primordial y prioritario. Debemos determinar que pretendemos con nuestras acciones. Es frecuente avanzar sin haberse preguntado que queremos conseguir y el piloto automático nos puede jugar malas pasadas. También podemos encontrarnos que tenemos claro que queremos, pero no lo delimitamos, y es igual de importante asignar una magnitud al resultado deseado. No hacerlo significa un gasto poco eficiente de nuestros recursos. Concretar el fin, es clave para determinar el cómo, cuando, de que manera y con cuanto.

¿Qué pasaría si no lo hago? Esta puede tener dos vertientes:

  • ¿Qué pasa si no lo hago ahora? No tengas miedo en no hacer: no todos los momentos son igual de adecuados para realizar tus tareas. Tenemos demasiada tendencia a hacer porque debemos hacer, sin preguntarnos qué es mejor hacer en cada momento. Aprende y asígnate las tareas cuando sepas que serás más efectivo. Como leía recientemente, a veces, no hacer es la acción más efectiva que hay.
  • ¿Qué pasa si no lo hago nunca? Esta acostumbra llevarte a un baño de realidad, ya que demasiadas veces hacemos cosas porque sí, porque siempre se han hecho así y nunca nos hemos preguntado acerca de cual es su razón de ser. Esta pregunta también tiene otro claro valor: ser la antesala de la innovación. ¿Cuantos procesos permanecen fijos desde tiempos inmemoriales? el mundo se mueve y la técnica avanza; pero la máxima de: lo hacemos así porque se ha hecho así toda la vida aún es muy frecuente en nuestro entorno.

¿Qué es lo primero? ¿Es esta la tarea o va algo antes, necesito alguna cosa? Es frecuente que nos tengamos que enfrentar a tareas difusas, lo que provoca que consiente o inconscientemente, las posterguemos. Por muy raro o complicado que parezca lo que tengamos delante, siempre hay un primer paso, concretarlo es un gran promotor de acción.

Para mi, el hábito de hacerse estas preguntas significa usar un potente filtro en el momento de procesar nuestras tareas ya que nos ayudan a pulir mucho más su definición y por tanto, promueven la acción. Usadas desde su vertiente crítica, separan el polvo de la paja, y así ya entra en nuestro sistema solo lo que nos aporta valor.

Haz un ejercicio, y somete a estas tres preguntas algunas de tus tareas, a ver que pasa… estoy seguro que vas a tener alguna sorpresa.

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