Título original: TriangleAño: 2009Duración: 99 minutosPaís: Gran Bretaña - AustraliaGénero: ThrillerDirección: Christopher SmithGuión: Christopher SmithIntérpretes: Melissa George, Liam Hemsworth, Henry Nixon, Emma LungMúsica: Christian Henson
Cuando Jess, de camino al puerto, atropella a una gaviota, apenas sabe que se trata de un mal presagio. Cuando llega al yate donde se reúne con su grupo de amigos, nota que algo va mal, pero no acierta a averiguar por qué. Sus sospechas se acrecentan cuando el yate topa con una tormenta y el grupo se ve forzado a abandonarlo para subir a otro barco que pasa por allí, en el que Jess tiene la sensación de haber estado antes. El barco parece desierto y el reloj de la pared está parado, pero no están solos. Alguien les está cazando uno a uno. Y Jess, sin saberlo, tiene la llave que puede acabar aquel horror...
Intentaré plasmar mi opinión al respecto de esta muy buena película sin apenas tocar ningún aspecto argumental, ya que es de vital importancia disfrutar de la historia que plantea sin contaminación, con la mente cual "tabula rasa" y sin influencias de ningún tipo, así que es posible que la crítica, reseña o comentario resulte más breve de lo habitual, pues lo jugoso de este film se encuentra en el interesantísimo debate que sin duda genera entre aquellos que la han visto y enfrentan sus opiniones a posteriori.
Para empezar, Triangle es una mezcla bastante potente de géneros: una sólida basde de thriller, alguna que otra pincelada muy sutil de terror, elementos recurrentes en la ciencia ficción y hasta unas gotitas de drama, que terminan por dar forma a este gran acierto de su director, Christpher Smith, quien antes de atreverse con el entramado complejo de Triangle rodó Creep (2004) y Severance (2006), dos películas correctas, y que despues filmaría Black Death, de la que os hablé hace poco. Si vamos un poquito más allá, pero con suma delicadeza, os confesaré que los viajes en el tiempo y sus retorcidos bucles son parte vital en el complejo puzzle argumental de Triangle, construido a base de paradojas temporales. Y como decían en ese concurso añejo de mi juventud: "Hasta aquí puedo leer..."
La película no cuenta con unos efectos especiales deslumbrantes (aunque encontraremos alguna que otra escena con su dosis de hemoglobina correspondiente), ni con una potente banda sonora, y ni tan siquiera participan en ella actores de relumbrón, pero realmente no echamos de menos nada de lo mencionado, ya que el film se articula y se erige sobre dos pilares fundamentales: el buen guión, soplo de aire fresco dentro del subgénero, y la actuación de Melissa George, que carga sobre sus hombros con buena parte del peso interpretativo del film y, por extensión, con gran parte de la historia. La actriz australiana de Perth se desenvuelve a la perfección en su rol y cumple con lo que el exigente guión le pide según avanza la trama.
A su favor también cuenta con un escenario propicio al thriller y a la tensión. El barcon donde se desarrolla buena parte de la trama después del naufragio de los protagonistas es un navío tétrico y sombrío, resultando un marco incomparable para una historia de estas características. Como muestra del cuidado del director en todos y cada uno de los detalles de la película y también a modo de pequeño guiño al espectador, el buque que acoge a nuestros protagonistas naúfragos lleval el nombre de Aeolus, que es el nombre en latín de Eolo, Señor de los Vientos en la mitología griega e hijo de Poseidón. El hijo de Eolo, Sísifo, engañó a la muerte y como castigo, Zeus le condenó a subir una enorme roca cuesta arriba por una ladera empinada que al llegar arriba volvía a caer, y el condenado tenía que volver a empujar...así para toda la eternidad. Y de nuevo me contengo y me callo para no seguir dando más datos de los necesarios...
En resumidas cuentas, os recomiendo que intenteís evitar a toda costa cualquier información previa respecto a esta película antes de darle la gran oportunidad que se merece. Es un gran soplo de aire fresco en una industria donde las ideas parecen agotadas y los argumentos se repiten hasta la saciedad. Triangle es hora y media de buen thriller cargado de suspense que a base de giros argumentales y paulatinas sorpresas nos prepara para la parte final y su desenlace, ejemplo del buen hacer del guión y del director, que demuestra que se ha tomado este rodaje muy en serio y ha tratado, en la medida de lo posible, de cuidar hasta el más mínmo detalle. Evidentemente, ni es una obra maestra ni una película perfecta, pero sí que está muy por encima de lo que normalmente se nos ofrece en estos tiempos. Además, es de las que gana en matices después de un segundo visionado, y genera debate, síntomas de que su calidad está por encima de la media.