Personalmente descubrí este edificio en el cada vez más lejano verano del 95 (madre mía, ¿¿¿ya han pasado casi 18 años???) durante un curso de inglés que organizaba la escuela donde estudiaba el idioma. Hasta aquel entonces, pues la información que tenía de la isla era más bien escasa, aparte de las desgraciadas noticias del IRA que cada dos por tres, seis (lo siento, no pude evitar el chiste malo. Espero que nadie me hackee la cuenta para descubrir dónde vivo y darme una paliza) salían en los medios de comunicación tras su enésimo atentado. Con el tiempo, todo eso ha cambiado. Durante estos últimos años se han editado innumerables reportajes televisivos, además de artículos en revistas de viajes y se ha hablado bastante sobre la isla en programas de radio hablando de este país como destino turístico. También gracias a Internet, cualquiera puede informarse sobre este destino entre la gran cantidad de páginas existentes, comenzando por la web de la oficina de turismo irlandesa hasta Wikipedia.
Biblioteca del Trinity College
Como principal reclamo para visitar el edificio está el Libro de Kells, un manuscrito de alrededor del año 800 en el que están los cuatro evangelios en latín. También hay la long room o habitación larga. En ella se ubica una biblioteca con varios millones de volúmenes. Según una ley, se ha de enviar una copia de todos aquellos libros en inglés que se publiquen en Irlanda y el Reino Unido, por lo que su colección no para de crecer. Para poder visitarlo se ha de adquirir la entrada para la visita guiada, la cual está conducida por los propios estudiantes. Es un poco cara para mi gusto, unos 9 o 10 euros para los adultos, pero si se tiene previsto no volver a Dublín en una buena temporada, pues quizás puede ser una buena experiencia.Para finalizar, explicar la superstición que existe en esta universidad, la cual dice que si un estudiante pasa por debajo del campanario que hay en el jardín interior mientras suenan las campanas, no aprobará sus exámenes.