Dice la receta: Añade un poco de Letonia, pon tres drifters uno de ellos Ryan Tuerck, remuévelo en una antigua base de misiles soviética y deja reposar. El resultado es un espectacular video de esos que te mantienen enganchado, aunque solo sea por lo raro que es el lugar donde está grabado.
Los tres elegidos para "cocinar" este coctel son: Ryan Tuerck a los mandos de un BMW M3 E92 supercharced, Kristaps Blušs que pilota un M3 E46 con motor V8 sobrealimentado y Matt Powers que conduce un Nissan 350Z con un V8 biturbo debajo del capó. Se les ve bastante compenetrados a los tres durante todo el video mientras se deslizan al unísono.
Si tuviese que criticar algo, sería la música. No se trata de la canción, está muy bien escogida, pero el volumen en alguno de los trozos del video no deja disfrutar del perfecto sonido de los coches protagonistas. Y la verdad es que suenan a gloria con sus respectivas preparaciones.
Yo os recomiendo que os sentéis tranquilamente y que nadie os moleste mientras dedicáis tres escasos minutos a ver este video. No tiene desperdicio y ver un poco de drift entre estatuas de Lenin tiene su no sé qué...