Revista Política

Trolea a un sindicalista: Los sindicatos no sirven de nada, no me habéis encontrado trabajo'

Publicado el 10 abril 2012 por Trinitro @trinitro

Conversación de sobremesa…

Trolea a un sindicalista, capítulo 2: “Los sindicatos no sirven de nada, no me habéis encontrado trabajo”Troll: Los sindicatos sóis un fraude, en mi empresa me despidieron, fuí al sindicato y me dijeron que me habían indemnizado de forma correcta y que el despido era correcto. Les pedí si podían colocarme en la empresa X (otra empresa del mismo sector donde también había presencia sindical), la respuesta que me dieron era que pasarían mi currículum a esa empresa pero no me han llamado.

Trolea a un sindicalista, capítulo 2: “Los sindicatos no sirven de nada, no me habéis encontrado trabajo”Sindicalista troleado: Un sindicato no es una agencia de colocación y menos en época de crisis. Si pasaron el currículum a la empresa X lo harían como tú también lo puedes hacer, lo único es que ya saben a quien de RRHH pasárselo para que lo miren. Pero en plena crisis si esa empresa está también despidiendo no van a contratar a nadie. De hecho hicieron su trabajo, te miraron el despido que te habían hecho y la indemnización, vieron que era lo que la ley marca y te evitaron una minuta (cara) de un abogado y el meterte en un juicio, ¿no es esa su función?

Respuesta más pausada y reflexiva: Cuando alguien entra en paro espera que haya alguna institución que pueda ayudarle si es que su entorno personal o familiar no puede ayudarle a recolocarle. Es normal y natural mirar las herramientas de último recurso como los sindicatos y esperar una solución. Pero los sindicatos no son el servicio público de empleo, ni una ETT, ni es su función, y mucho menos tienen los recursos para ello. Por ejemplo, el SOC (el INEM catalán) cuenta con unos 1.500 profesionales que se dedican a intentar asesorar a los parados para ayudarles en la búsqueda de empleo y es evidente que no llegan y están saturados. Un sindicato puede pasar un currículum via la sección sindical a recursos humanos de una empresa, igual que puede hacerlo un familiar que trabaje en la empresa o cualquier persona que conozca a alguien de recursos humanos de esta empresa, o uno mismo enviándolo por correo ordinario o electrónico, pero si la empresa a donde se envía el currículum está despidiendo no va a contratar a nadie, venga de donde venga. Es más, al igual que el currículum que le llegue vía un trabajador de la misma empresa, el que llegue a través de una sección sindical, no es garantía de que haya posible contrato, ya que dependerá de las políticas de recursos humanos y necesidades de la empresa.

Este tipo de servicios solo pueden aspirar a darlos algunos sindicatos nórdicos que tienen asignadas algunas funciones de gestión del paro y de las políticas activas de empleo y por tanto cuentan con bolsas de trabajo y recursos públicos para gestionarlas, pero ni de lejos es esta la situación de la mayoría de países, entre los que se encuentran muchos avanzados como Alemania o Francia. Menos aún en España donde tenemos a unos sindicatos muy infrafinanciados y con competencias muy limitadas a funciones de negociación colectiva y poco más. Para ello como he dicho, estas funciones de intermediación laboral quedan en manos, más allá de las redes informales, de las ETT (que son empresas y cobran por estos servicios) y las agencias públicas de empleo (que cuentan con unos presupuestos y recursos, que aunque insuficientes, son superiores a los de los sindicatos).

Trolea a un sindicalista, la serie: El sentido de esta serie de posts es recopilar lo que se recibe vía redes sociales, comentarios en webs, artículos o mails sufrimos y recibimos los que nos hemos significado con el movimiento sindical. Los trolls de internet muchas veces consiguen traducir en palabras proto-pensamientos, prejuicios y lugares comunes y el poner en público (salvaguardando el anonimato del troll) es bueno porqué permite deconstruir un inmenso aparato de construcción simbólica antisindical que ha cuajado en la sociedad. Y de paso, nos pegamos unas risas, y hasta se saca una pequeña reflexión

 


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