Siempre que hablamos de trombosis pensamos en la venosa, aunque también existe la trombosis arterial.
Llamamos trombosis a la obstrucción de un vaso sanguíneo por un coagulo de sangre. Esta situación se produce en casos de rotura de huesos y también después de una intervención quirúrgica, donde los factores de riesgo que hacen que se formen coágulos de sangre son mayores.
La obstrucción también puede producirse como consecuencia de un trastorno circulatorio crónico, por ejemplo, debido a las alteraciones vasculares causadas por la arterioesclerosis.
La trombosis venosa es la forma más extrema de las alteraciones en las venas del sistema circulatorio. Tanto las varices como la flebitis son con frecuencia avisos de la trombosis.
En una trombosis, la vena más afectada es la safena mayor. Las safenas son dos grandes venas que corren a través de la pierna cerca de la superficie de la piel, por encima del tejido muscular. Su función principal es llevar sangre de regreso al corazón.
Distinguimos dos venas de este tipo: la safena mayor, también llamada safena interna, que se dirige hacia la vena femoral, y la vena safena menor, también conocida como vena safena exterior.