La Navidad está llena de múltiples tradiciones que repetimos sin preguntarnos de dónde vienen. Una de las más antiguas, y extendidas por todo el mundo, es la del tronco de Navidad.
En nuestra tierra (¿París? No, no. Galicia) existía una tradición, que como en otras muchas partes se ha perdido, el 24 de diciembre se echaba un tronco al fuego y la familia se reunía en torno a él, se contaban historias, se cantaba, se comía…
Las cenizas de este tronco tenían propiedades mágicas, según la zona, protegían de los rayos, fertilizaban la tierra, evitaban el mal de ojo, era como el ibuprofeno de la época.
Pese a que hoy en día ninguna región gallega mantiene esta tradición, su huella sigue viva en todas las regiones españolas y en una infinidad de países en forma de bizcocho relleno.
Y qué mejor forma de unir tradición y modernidad que utilizar esta receta para participar en el “Desafío Navideño” del blog “Las Cosas Ricas De Gaby“. (Receta ganadora del Desafío Navideño y elegida por petitchef.es como postre de su Menú de Navidad del 25/12/2012).
Ingredientes:
Para el bizcocho (genovés):
- 4 huevos
- 120 g de azúcar
- 120 g de harina
- sal
Para la crema pastelera:
- 3 yemas de huevo
- 50 g de azúcar
- 1/4 l de leche
- 20 g de maizena
- esencia de vainilla
Para el sirope:
- 10 cl de agua
- 100 g de azúcar
- chorrito (o chorrazo) de licor (nosotros usamos ron)
Para la cobertura:
- 50 g de chocolate (de cobertura)
- 10 cl de nata
- 50 g de mantequilla
Elaboración:
Empezamos haciendo el bizcocho genovés:
Forramos una bandeja con papel de horno, procurando que el papel sea más grande que la bandeja. Precalentamos el horno a 180 ºC.
Separamos las claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve.
Le vamos añadiendo poco a poco el azúcar y la pizca de sal.
Batimos las yemas y las incorporamos a las claras montadas con ayuda de una espátula.
Tamizamos la harina y la incorporamos con una espátula a la mezcla.
Echamos la masa sobre una bandeja forrada con papel de horno. Nos ayudamos de una espátula para estenderla bien.
Horneamos durante 10 minutos. Hay que intentar que no quede costra.
Cuando lo sacamos del horno, en caliente. Ponemos el bizcocho, con papel y todo, sobre un paño húmedo. Lo enroscamos y lo dejamos tranquilito unas 2 horas (hasta que enfríe).
Para el sirope: hervimos el agua con el azúcar, al primer hervor lo sacamos del fuego y añadimos el licor.
Para la crema:
Echamos un poco de leche sobre la maizena y ponemos al fuego el resto con la esencia de vainilla.
Batimos las yemas con el azúcar.
Deshacemos la maizena y la incorporamos a las yemas batidas.
Cuando la leche hierva, la dejamos reposar fuera del fuego unos minutos y la incorporamos POCO A POCO a las yemas. (si lo hacemos de golpe se coceran las yemas)
Cuando hemos pasado toda la leche al recipiente de las yemas, ponemos todo el líquido a fuego bajo y sin dejar de remover.
Cuando esté espeso lo retiramos del fuego (si no queréis que os espese más, quitad la crema de la cacerola)
Montamos el tronco (parte 1):
Desenroscamos el tronco y retiramos el trapo húmedo.
Mojamos bien todo el bizcocho con el sirope.
Ponemos la crema, fijándonos en cubrir bien la esquina que será la parte central y DEJAMOS LOS 2 CENTÍMETRO DEL FINAL SIN CUBRIR (lo que será la parte más exterior). Al enroscarlo la crema se irá desplazando y si está cubierto hasta el final empezará a salirse y a manchar el exterior del tronco.
Lo ponemos en un trozo de papel de horno limpio y lo dejamos enroscado y tranquilo mientras hacemos la cobertura.
Para la cobertura: en una cazuela derretimos la mantequilla, la ta y el chocolate. Removemos hasta que espese un poco.
Montamos en tronco (parte 2): Cortamos las esquinas del tronco (sólo un poquito) y nos las comemos acompañadas de un café. Sí, es importante comérselas,, llevamos toda la tarde en la cocina haciendo un tronco para nuestros seres queridos, qué menos que un descanso!!!!
Ya de mejor humor y relajados, seguimos. Cortamos un pedazo en diagonal. Va a ser la típica ramita. Podemos ponerla sobre el tronco o en un lateral.
Si confiamos en nuestra destreza y queremos ponerla encima, podemos pegarla con un poco de chocolate.
Cubrimos el plato de presentación con dos hojas de papel de aluminio, de modo que al terminar de echar chocolate podamos quitar una por cada lateral del tronco.
Con el tronco sobre el plato de presentación, lo cubrimos de chocolate y lo dejemos secar 10 minutos. (Yo también pongo papel de aluminio en los laterales del tronco y de la rama, me gusta que quede color bizcocho con los círculos típicos de los árboles)
Retiramos el papel teniendo mucho cuidado de no manchar el plato. Con ayuda de un tenedor marcamos las vetas. No presionéis mucho.
Y sólo queda poner alguna figurita. En todos los supermercados venden unas muy bien de precio con Papá Noël (Viejito Pascuero), una casa y alguna cosa más. También podéis aprovechar alguna que os haya tocado en el roscón de Reyes de otro año. Nosotros hemos hecho las nuestras con la receta de frutas de mazapán.
Esperamos que se os hagan las Navidades chocolate… No, no, perdón… Esperamos que se os haga LA BOCA CHOCOLATE.