Hace unos días, en La 2, pusieron una peli buenísima. Se llama "Tropa de élite" y es una producción brasileña. La historia es similar a la de "Ciudad de Dios", ambientada en las favelas, pero tratada desde el punto de vista de la policía. Un oficial de un grupo de asalto nos cuenta la historia, su historia, por medio de una voz en off que acompaña la narración entera. Una película interesante, entretenida, social, original y bien realizada.
No voy a hacer el habitual análisis fílmico de la película, escribo este post para decirle al grueso del cine español, a la inmensa mayoría, desde el Ministerio de Cultura hasta los directores, pasando por los productores y guionistas, que deberían visionar con calma "Tropa de élite" y aprender, de una maldita vez, que se puede hacer cine social (y llevarte la subvención) sin tener que aburrir a los muertos, sin ser explícito, sin ser obvio, sin ser discursivo, sin ser “de autor” y, sobre todo, sin abusar de la autocomplacencia de la que suelen hacer gala esas élites de “artistas” sutiles y delicados que huyen del lenguaje televisivo (para ellos todo lo que no sea almodovariano o medemiano es televisivo) y que nos cuentan historias que no le interesan a casi nadie.