Revista Cultura y Ocio
-Algunas personas son tan buenas que parecen tontas. Otras son tan tontas que parecen buenas.-
Género. Biografía.
Lo que nos cuenta. Aproximación a la vida, obra y, tal vez, quién sabe, mentalidad del líder revolucionario soviético Liev Davídovich Trotski.
Mi opinión. Trabajo que da cuerda al protagonista para que, metafóricamente, se ahorque bien alto ya que prefiere ofrecer muchos datos que son intrínsecamente negativos (aunque entre dato y dato se cuelan suposiciones, adjetivos calificativos de alto significado y opiniones, algo que se nota con frecuencia y eso que un servidor no es de los más fanáticos del personaje, pero no es difícil percibirlo) para que el lector haga su valoración (dirigida) en lugar de hacerla el propio autor directamente, que insiste mucho en que Trotski era una persona muy dotada en ciertos aspectos (secundarios para el papel que trató de tener, eso sí) pero pagada de sí misma y que eso le llevó hasta su destino, pero haciéndolo a través de sucesión de ejemplos (la verdad es que a Trotski se le daba muy bien hacerse enemigos) aunque resulta que no cubre bien el gran espectro de la lucha que a la postre fue la definitiva (la que tuvo con Stalin, que se nos sugiere que la buscó torpemente el propio Trotski y que además luego no le prestó la atención debida, como a tantas otras cosas importantes a ojos del autor), con varios supuestos de “y si…” de esos que chirrían en trabajos históricos académicos y bastantes “cotilleos” de discutible interés para ofrecer una visión del protagonista que hace necesario consultar otras para valorarla en su justa medida.
Destacado. Que dentro de que resulta entretenido deja la sensación de que la fotografía del personaje no está completa y además tiene zonas borrosas.
Potenciales Evocados. Lo que hicieron Halliday y Changcon Mao pero sin su vibrante pulso narrativo lleno de pasión y con mucho disimulo, nada de ir de frente como ellos hicieron.