1. COLORES: si hay algo que caracteriza al otoño son los tonos rojizos, amarillos y marrones que tiñen cada paisaje, cada escena; aprovéchalos y consigue capturas en las que ellos sean los protagonistas.


3. LÍNEAS: las líneas tienen el poder de dirigir las miradas, utilízalas para lograr que el espectador se fije en lo que tú quieras.

4. MENOS ES MÁS: busca una hoja bonita, desenfoca el fondo y habrás capturado la esencia del otoño con todo el poder de la simplicidad.

5. FONDO: si la composición es importante, cuidar el fondo es fundamental de manera que préstale atención para lograr una buena toma.
6. SATURACIÓN ¿SÍ o NO? En otoño los colores son la clave pero ello no significa que deban ser siempre colores intensos con mucho contraste: también pueden recrearse escenas con cierto aire místico o tenebroso, si haces tus fotos en días nublados o en bosques cerrados.

7. RETRATOS: sí, el otoño puede ser también el telón de fondo perfecto para una sesión de retrato. ¡Ah! y no olvides jugar con las hojas: haz que tu modelo las lance al aire y capturarás un momento único.
8. REFLEJOS: además de por los colores, el otoño se caracteriza ¿cómo no? por la llegada de las lluvias de manera que... mójate y aprovecha las gotas de agua y los reflejos en los charcos.

9. HACES DE LUZ: sin duda, los rayos de sol colándose entre las ramas y los troncos de los árboles crearán sombras dramáticas y escenarios mágicos.
Y por último, no olvides que EL OTOÑO ESTÁ EN TODAS PARTES¿Quién ha dicho que sólo se puede captar el otoño en entornos naturales? En las ciudades, en sus parques y avenidas, también allí podemos encontrar imágenes curiosas...

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