Revista Ciencia

Trucos para que el hurón no nos muerda

Por Cunipic @CUNIPIC
Trucos para que el hurón no nos muerda

Cuando empezamos nuestra relación con un hurón suele ser jovencito y, la mayoría de las veces, no está acostumbrado al contacto humano. Es por ello que en ocasiones suelen morder. Hay que tener en cuenta que los hurones duermen de 18 a 20 horas al día, con lo que el tiempo que se lo pasan despierten son muy activos, además de graciosos, y un poco loquitos.

Ante todo, hay que tener paciencia y pensar que, si nos muerde, lo hace por razones justificadas desde su punto de vista. Éstas razones suelen ser: que quiera jugar con nosotros (los hurones juegan entre sí dando saltos y mordiéndose), que está celoso (puede que muerda a la gente que no conoce), que está desconcertado (en un lugar desconocido, cuyos olores no reconoce) o que simplemente esté asustado, una circunstancia que suele darse cuando llega a su nuevo hogar.

Hay que pensar que los hurones son muy sociables y que lo más probable es que logremos que no nos muerda. Son muy inteligentes e incluso hay algunos que están adiestrados para realizar ciertas actividades. Por lo tanto, no podemos menospreciar su enorme capacidad. También hay que tener presente que deberemos acercarnos al hurón con firmeza, sin miedo, ya que ellos se dan cuenta –son animales jerárquicos- y podría ser peor.

¿Qué tenemos que hacer si nos muerde? Existen algunos trucos que nos pueden ser útiles:

  1. Podemos ponerle en su jaula una prenda de ropa –sin lavar- de algún miembro de la familia para que se acostumbre al olor y nos reconozca lo más pronto posible. Es una buena estrategia hacerlo desde el primer día.
  2. Tócale mientras duerme. Los hurones tienen un sueño muy profundo. Si lo haces así, se acostumbrará a que le den caricias y mimitos.
  3. Cuando muerda debemos dejarle claro que no lo debe repetir. Así, le cogeremos por el pellejo, le menearemos –suavemente- y le diremos “NO”. También podemos darle un golpecito en la nariz –sin lastimarle, por supuesto- diciéndole alto y claro “NO”. Debemos hacerlo siempre, siempre, después de que el hurón nos haya mordido, puesto que, si no lo hacemos así, no sabrá por qué razón lo hemos castigado.
  4. Si hemos fracasado en la estrategia anterior podemos “castigarle” en un sitio cerrado, como un trasportín. Si le dejamos en el trasportín en su hora de juego él asociará que hay algo que hace mal y que por eso se le castiga sin recreo.

Sobre todo, paciencia y buena predisposición. Es la clave para que tú y tu hurón seáis unos amigos fenomenales.

Y, sobre los que aún tenéis dudas, ahí va este vídeo de nuestro canal CyPMascota:


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