Revista Espiritualidad

Tulpa, seres creados mediante el poder del pensamiento

Por Blogger Freddy Arellano @bloggernota

¿Qué son los pensamientos? ¿Son reales, y una vez creados, son cosas que existen independientemente de nuestras mentes? ¿Son construcciones creadas por las facultades mentales y emocionales de nuestra alma? Si es así, ¿cómo estas facultades moldean la conciencia en la creación de pensamientos? En muchas de las religiones del mundo, las tradiciones místicas y esotéricas, existe la creencia de que una vez que un pensamiento llega a existir se convierte en una entidad real que existe por separado del pensador.

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Estamos hablando de los tulpas, una entidad autónoma que existe en el cerebro de un “anfitrión”. Se diferencian del anfitrión en que poseen su propia personalidad, opiniones y acciones, que son independientes de las del huésped, y son entidades conscientes porque poseen conciencia de sí mismas y del mundo. Un tulpa completamente formado es, o se parece mucho a un punto indistinguible, un verdadero otro ser consciente, sapiente, que cohabita con la conciencia del huésped.

Las formas de pensamiento y los tulpas se crean enfocándose en un solo pensamiento e infundiendo ese pensamiento con emociones intensas, convirtiéndose en una algo más que un a energía mental. Una vez creadas, las formas mentales y las tulpas existen en todas las realidades espirituales y conforman lo que se conoce como el reino imaginal. El reino imaginal interpenetra toda la existencia y es el depósito de las formaciones y energías del pensamiento colectivo. Las formas de pensamiento y las tulpas se pueden experimentar físicamente, pero en la mayoría de los casos se experimentan como apariciones. No obstante, existen como entidades separadas que se manifiestan como formaciones físicas y apariciones.

¿Qué son los Tulpas?

Los Tulpas son formas de pensamiento que tienen su origen en el budismo tibetano y la religión Bön. En estas tradiciones, los tulpas son seres u objetos creados conscientemente. La palabra tulpa significa literalmente construir. En el budismo tibetano, quienes crean tulpas son Naljorpa y Tulkus. Los Naljorpas son ascetas que poseen poderes mágicos y los tulkus son lamas especiales que conscientemente encarnan en su próxima vida como bodhisattvas (seres espirituales altamente evolucionados). En la religión Bön, los magos conocidos como ngagspas crean tulpas.

Hay muchos equivalentes del Tulpa en religiones distintas del budismo. Por ejemplo, en el paganismo hay seres conocidos como guías. Las guías son también conocidos como “Elementales” o “Guardianes”. Estos seres pueden convertirse fácilmente en Tulpas. Algunos paganos creen que estos Guías se encuentran en el Plano Astral. Pueden aparecerse por su cuenta, o se pueden crear. Según el paganismo, si la energía suficiente se consagra en un espacio, puede crear un ser sensible. Algunos paganos creen que así es como se crean las entidades negativas, pero ese es otro tema.

Los Tulpas en la actualidad

A pesar de que el origen de los Tulpa se remonta a cientos de años, en la actualidad se dio a conocer en Internet, debido una creciente población de personas interesadas en la Tulpamancia, el acto de crear y mantener una relación con un Tulpa. Se dice que el origen comenzó en un foro en el portal web 4Chan, donde un usuario sacó el tema de Tulpas. Tristemente, esta es una historia con un final desagradable. La “nueva” Tulipamancia acabó siendo muy peligrosa porque muchos maltrataron a sus Tulpas o no sabían cómo funcionaba la Tulipamancia, acabando en una destrucción de sus creaciones mentales.

El pensamiento y los Tulpa

Según algunos teósofos, hay tres clases de formas mentales. La primera clase es aquello que toma la imagen del pensador. La segunda clase es aquello que toma la imagen de algún objeto material. La tercera clase es aquello que toma una forma enteramente propia, expresando sus cualidades inherentes en la materia que dibuja a su alrededor. A esta lista hay que agregar una cuarta clase, la que toma la forma colectiva de una mente en grupo conocida como egregor.

Aunque hay cuatro clases distintas de formas de pensamiento, no obstante, tienen cualidades similares. La forma de pensamiento de la primera clase, que toma la imagen del pensador, es cuando una persona imagina y enfoca intensamente que están en otro lugar, como en otra ciudad u otro país. Con un enfoque intenso, se ven a sí mismos en otra localidad realizando diversas actividades. Han creado una forma de pensamiento de sí mismos que existe por separado de ellos, tiene autonomía y conciencia mental. En algunos casos, otras personas pueden ver y sentir la forma de pensamiento de esa persona como una aparición. Un caso muy conocido fue el del Padre Pio. Pudo estar en el convento y luego proyectar la forma de pensamiento de él mismo en varios lugares. La gente de esos lugares lo veía u olía la fragancia de las rosas que indicaba su presencia.

La segunda clase, toma la imagen de algún objeto material, se puede aplicar al fenómeno llamado doppelgänger. En estos casos, el doppelgänger y el tulpa existen como objetos materiales separados.

La tercera clase, toma una forma completamente propia, expresando sus cualidades inherentes en la materia que dibuja a su alrededor. En esta clase, se proyecta una forma de pensamiento positiva o negativa en el aura de un individuo, el campo de energía de protección que rodea el cuerpo. Los cuerpos mentales y astrales del alma crean este campo de energía. El campo áurico impide la entrada de influencias externas, aunque si el aura esta débil, entonces permite la invasión de influencias no deseadas. Hay casos en que las mujeres rezan a ángel en concreto para proteger a su hijo. Ella crea una forma de pensamiento angelical usando sus pensamientos energéticos junto con el material energético del aura de su hijo. Una vez creada, la forma de pensamiento penetra en el aura de su hijo y permanece allí para evitar influencias negativas.

En las tradiciones mágicas occidentales existen rituales de protección que el mago usa para fortalecer y proteger su campo áurico. A finales de la década de 1880, la conocida fraternidad mágica Orden Hermética de la Aurora Dorada usó un ritual específico conocido como el Ritual Menor de Destierro del Pentagrama para crear un fuerte campo áurico para proteger al mago de las influencias intrusas.

Al crear ángeles de la guarda y usar el ritual de destierro, los cuerpos mentales y astrales del alma usan las propiedades energéticas del aura y las energías circundantes para crear el campo de protección como una forma de pensamiento positiva. Sin embargo, hay casos en que la forma de pensamiento del campo áurico no es positiva sino negativa.

Cómo hacer un Tulpa

Antes de siquiera pensar en cómo quieres que se vea tu Tulpa, tómate un momento para pensar realmente en la personalidad de tu ser. No tienes que ser específico. A los Tulpas les gusta desarrollarse un poco por su cuenta. Algunas personas eligen omitir este paso porque quieren dejar que Tulpa crezca por sí mismo.

Decide cómo se verá tu tulpa: A muchas personas les gusta dibujar su Tulpa, o que alguien les dibuje el suyo. Antes de comenzar a dibujar, debemos describir el Tulpa con palabras:

¿Es femenino o masculino? (Femenino: calmado, atento, afectuoso, paciente. Masculino: fuerte, persistente, protector, fiel)

¿Es hombre o mujer?

¿Color de ojos? ¿Cabello? ¿Piel?

¿Es humano, animal, alienígena o un objeto?

¿Qué tipo de cuerpo tiene?

¿Qué ropa usa?

¿Qué corte de pelo tiene?

Ahora que tienes una descripción básica de tu tulpa, puedes comenzar a dibujarlo. Dibuja todo lo que puedas, su estilo de caminar, diferentes poses y expresiones faciales. Si no puedes o no quieres dibujarlo, piénsalo.

Siéntate y medita tu tulpa: Encuentra un lugar tranquilo donde nadie te moleste durante un buen rato. Ahora, siéntate y relájate. Preferiblemente, esto debe de hacerse sentado en una silla cómoda con los pies apoyados en el suelo y la espalda recta. Escucha tu respiración y concéntrate en ella mientras relajas lentamente cada parte del cuerpo.

Imagínate en un lugar de ensueño o en un espacio luminoso. Mientras estás sentado en ese mundo o espacio mágico, imagina un contorno de tu tulpa, será borroso al principio, pero permanece atento. Ahora comienza por sus pies (zapatos o patas) y lentamente ves ascendiendo hasta la parte superior de su cabeza. Mientras haces esto, concéntrate en cada detalle, cada cabello, cada poro y cada fibra. Haz que tu tulpa sea real. Esto puede llevar mucho tiempo, pero sea paciente y tómate el tiempo que necesites.

Después de que puedas ver a tu Tulpa claramente en tu mente, imagina tu tulpa caminando, piensa en su estilo general de caminar. Visualízalo corriendo, saltando, haciendo deporte. Mira cómo se mueven sus músculos con cada característica facial. Míralo reaccionando ante ciertas actividades. Ahora mira cómo actúa en circunstancias más desagradables. Obsérvalo mientras se sienta, se ríe o bebe.

Ten en cuenta que todo este proceso puede necesitar hasta una o dos horas por día. Sigue haciéndolo hasta que lo hayas conseguido. Y para finalizar ya puedes hablar con tu Tulpa mentalmente o en voz alta. Conversar con tu tulpa lo ayudará a desarrollarse enseñándole nuevas palabras, emociones y acciones. Puedes seguir haciendo estas actividades hasta que escuches que tu Tulpa finalmente te habla.

No dudes en explicar tu experiencia con tu tulpa.

Fuente de información: mundoesotericoparanormal


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