Borgo Medievale, en el Parco del Valentino, Turín.
(JMBigas, Julio 2013)
La explicación para este aparente contrasentido es que, a diferencia de algunas grandes ciudades que se articulan en torno a un río (casos de París y Londres, por ejemplo), el Po discurre por las afueras del centro de la ciudad. Desde la zona de la estación principal, Torino Porta Nuova, el caminante puede seguir por el Corso Vittorio Emanuele II hasta llegar al Corso Massimo d'Azeglio. Para él, ese será el límite natural de la zona que tiene cosas interesantes para el turista. Además, algunas de las esquinas de este Corso Massimo d'Azeglio parecen entregadas al comercio sexual, casi a cualquier hora del día. Todo ello aporta un aire suburbial, que sugiere no seguir por ese camino. Pero si se va más allá, se tiene el gran Parco del Valentino a la derecha y luego el puente Umberto I que cruza el río Po, con sus correspondientes avenidas que circulan paralelas al río, y los Lungo Po, a un nivel más bajo, que recorren las riberas del Po. Debo decir que cuando estuve en Turín en 1978 durante cinco semanas, sólo una vez crucé el Po en autobús (o tranvía, no recuerdo bien), cuando fui a Sassi para subir en el cremallera hasta Superga. Y como ningún domingo me quedé en Turín (cada fin de semana lo dedicábamos a descubrir otras ciudades de Italia, en tren, con el famoso Inter Rail), tampoco tuve ocasión de un paseo o un picnic en el Parco del Valentino.
Imbarco Murazzi. Arriba, el Corso Cairoli. Abajo, el
Lungo Po Armando Diaz.
(JMBigas, Julio 2013)
Fachada fluvial del monumental Castello del Valentino.
(JMBigas, Julio 2013)
Uno de los muchos restaurantes con terraza sobre el río.
(JMBigas, Julio 2013)
Desde el propio Imbarco Murazzi, al otro lado del río, se divisa el Monte dei Cappuccini, con la característica construcción en su cumbre de la Chiesa di Santa Maria del Monte. Y camino del Borgo Medievale, por entre la vegetación del Parco del Valentino, destaca la majestuosa fachada fluvial del Castello del Valentino, que es actualmente la sede de la Facultad de Arquitectura del Politécnico de Turín.
A bordo íbamos solamente seis viajeros (se había sumado a última hora un caballero solitario). En la parada del Borgo no subió ni bajó nadie. Bueno, miento, porque los dos funcionarios del barco saltaron corriendo a tierra, y se perdieron por la escalera del Caffè del Borgo, donde irían, muy probablemente, a tomar su café matinal con la correspondiente charla. El caballero solitario y yo aprovechamos para echar pie a tierra y fumar un cigarrito por el muelle (a bordo, lógicamente, estaba prohibido fumar).
Practicando el remo en el río Po, a su paso por Turín.
(JMBigas, Julio 2013)
Apenas pasadas las once, llegamos de vuelta al Borgo, donde yo descendí del barco. El siguiente servicio hacia Murazzi, donde había dejado el coche, era a las doce en punto, y no debía perderlo, pues luego había una pausa para el almuerzo de los funcionarios, y el siguiente servicio no era ya hasta pasadas las tres de la tarde. Se puede acceder también al Borgo en automóvil, por el interior del Parco del Valentino, y hay un pequeño aparcamiento a menos de cien metros.
Grupo de patos, nadando en la placidez del Po.
(JMBigas, Julio 2013)
El Borgo Medievale (o Medioevale, que de las dos formas lo he visto escrito), es un conjunto de construcciones que simulan una ciudad (borgo) italiana tardomedieval (del entorno del siglo XV). Están allí reproducidas calles, casas, plazas, iglesias, fuentes y decoraciones de la época, rodeadas de muros y fortificaciones, y coronadas por la Rocca, una fortaleza elevada con su correspondiente Torre del Homenaje. Se construyó en pleno Parco del Valentino en 1884, como un pabellón de la Exposición Internacional que se celebró ese año en Turín. De alguna forma, aunque con una extensión mucho menor, el Borgo Medievale es una realización parecida al Pueblo Español de Barcelona, que se construyó (¿casualidad o inspiración?) para la Exposición Internacional de 1929. En el Pueblo Español (cuyo nombre original iba a ser Iberona, pero el General Primo de Rivera, a la sazón el máximo gobernante de España, decidió el cambio de nombre), están reproducidas construcciones típicas de quince de las Comunidades Autónomas de España. El Borgo Medievale de Turín estaba destinado, en principio, a ser demolido tras la clausura de la Exposición (por cierto, como el Pueblo Español de Barcelona), pero su éxito popular lo evitó, y se convirtió en un Museo Cívico en 1942. En la actualidad hay allí diversos espacios para exposiciones de todo tipo, tiendas típicas de artesanías diversas (y souvenirs, lógicamente) y el Caffè del Borgo, que tiene una recoleta terraza exterior sobre el río. Ese martes por la mañana la actividad era muy baja (y los visitantes, escasos), y en algunas de las tiendas que visité pude ver algunas curiosidades, especialmente en temas relacionados con la Edad Media, los caballeros medievales, las armaduras, la heráldica, etc. etc.
La Rocca (fortaleza), en el Borgo Medievale de Turín.
(JMBigas, Julio 2013)
Para esperar el regreso del barco, tomé una cervecita al solecito tamizado de la terraza. En la mesa contigua a la mía, por cierto, había una pareja asimétrica, muy probablemente clandestina.
A las doce menos cuarto llegó de nuevo el Valentina II al embarcadero del Borgo, en un trayecto corto entre Murazzi y el Borgo, y vuelta. Para las doce estaba prevista la partida.
Había por allí una parejita francesa acarreando equipaje que, muy probablemente, serían recién casados. El chico, con su mejor intención, intentó establecer un diálogo con el funcionario/revisor, primero en francés y luego en inglés. Pero el revisor negaba insistemente que estuviera dispuesto a establecer ningún tipo de conversación en un idioma diferente del italiano. Intenté ayudar al chico con mi francés, pero estaba ya rebotado y se fue de vuelta con su chica. Ignoro lo que pretendían o hacia dónde querían desplazarse.
Hacia las doce y cuarto llegamos de vuelta al Imbarco Murazzi. De nuevo éramos escasamente media docena de viajeros a bordo.
Sobre el Lungo Po seguía mi coche aparcadito, a pleno Sol, eso sí. Pero a esta hora ya más avanzada, compartía el muelle con alguna moto y varias furgonetas de reparto. Quería visitar una librería para comprar algunos libros en italiano, a fin de mantener mi nivel en el idioma. Por Internet había localizado la cadena de librerías más importante de Italia, la Feltrinelli. En Turín, una de sus tiendas está situada en el Centro Comercial Lingotto. Por motivos sentimentales, quería visitar esa zona, por lo que tomé el coche y me dirigí hacia allí.
Explanada frente al Lingotto Otto (8).
(JMBigas, Julio 2013)
Complejo de Lingotto, en Via Nizza, Turín.
(JMBigas, Julio 2013)
Aparte de las fotografías que he seleccionado para ilustrar este artículo, podéis ver una colección más completa (de 43 fotografías, pinchando en la imagen del Borgo.
Turín - Navegando por el río Po
JMBA