Lo primero y más importante que quiero decir es que este espacio vierte mis opiniones y que éstas son exclusivamente mias, pueden o no compartirlas las personas que me alimentan con sus contenidos, pero que en cualquier caso solo me pertenecen a mi.
España quiere una marca pero es incapaz de gestionarla, España aunque probablemente dispone de un plan de marketing para gestionar las acciones me temo que el resto de la maquinaria es incapaz de hacer las cosas como se debe.
Demasiado tiempo dejando que burocracias y sistemas anticuados u obsoletos gestionen las acciones diarias de las administraciones y en consecuencia el sistema es pesado, mal engrasado y demasiado caro.
No se convocan acciones en las que probablemente el público estaría gustoso de compartir en las redes sociales, por que SEÑORES las redes sociales e Internet existe, e incluso es más rápido que los medios convencionales y además no cuesta mucho dinero. Puesto que lo pago yo, que lo pagamos los españoles, que al menos el uso de la información nos favorezca a todos.
Todo esto viene a un articulo que he leído gracias a Los Viajes de Milu y como siempre con la opinión inestimable de Miryam (colaboradora habitual de este espacio) en El Mundo referente a los aspectos contradictorios que tiene el sector del turismo clásico en España y más concretamente en Andalucía. Comunidad que lleva más de una década sin convocar los exámenes que dan acceso al único título que sirve para poder acceder y mostrar profesionalmente la Sevilla monumental.Para conseguir una licencia de guía turístico que te permita ejercer en Sevilla hay que irse, por ejemplo, a Canarias. Porque la Junta sí homologa los títulos concedidos en otras comunidades autónomas, y también en otros países de la Unión Europea, pero no le da opción alguna desde hace 11 años a los profesionales formados en Andalucía.
El caso es que estoy relativamente de acuerdo que los guías turísticos deben ser personas formadas, capaces de dar al visitante todo lo que necesita de la ciudad, desde la muestra de los monumentos o construcciones hasta los chismes de la historia, que sepan mostrar lo que vale la pena conocer de la ciudad y que además sean capaces de dejar al cliente con más ganas de volver, con muchas más ganas de repetir.
El mundo no se alimenta de piedras o de cuadros, el mundo se alimenta de gastronomía, de danza, de luces y colores, de olores y perfumes de los jardines que muchos no sabemos ni que existen.
Por lo visto hay que ser “ilegal” para poder dar a los turistas lo que necesitan (o lo que necesitamos que necesiten), turismo de atracción, de sensaciones y sentimientos, turismo experimental, de aventura, de cultura y si señores por supuesto de playas y sol. España es tan grande que no se puede conocer con una sola vida. Tiene tanta historia que no basta con un paseo por la castellana para comprender el espíritu de un mundo.
España tiene mucho que mostrar, muchas cosas que explicar pero no lo sabemos hacer, tenemos que seguir unos requisitos arcaicos para poder obtener un carné que nos permite mostrar las bellezas de nuestro pais. Hoy ha sido Sevilla pero no es solo esta ciudad, todas están faltas de especialistas dispuestos a mostrarnos lo que realmente vale la pena…
Tenemos una tasa de paro que podría llevarnos a la nueva revolución social o incluso industrial, pero el “sistema” sigue estancado y no somos capaces de proporcionar a esos jóvenes las herramientas para que se busquen la vida… Y mira que es sencillo convocar unos exámenes y dejar que los que estén realmente preparados puedan mejorar sus estatus.
Hablamos de jóvenes “NINI” pero es que tampoco tiene sentido intentar acceder a un trabajo de barrendero con una licenciatura en física, química o matemáticas… Hay sectores donde aún se pueden hacer cosas y el turismo es uno de ellos. Pero no me refiero a solamente a los guías, hay jardines que cuidar, obras arquitectónicas que se pueden restaurar y equipar para poder seguir enriqueciendo nuestras ciudades.
Los artistas no pueden exponer por falta de salas o espacios y os aseguro que artistas tenemos para aburrir, no me refiero a que el prado destine una sala para exponer (aunque tampoco estaría tan mal) existen espacios desaprovechados, salas saturadas que por falta de presupuesto no se pueden ampliar, pero francamente preferiría que Madrid o Barcelona (o cualquier otra ciudad) destinara parte del presupuesto de movilidad de políticos incapaces a gestionar espacios donde artistas puedan exponer o ensayar…
¿crees que es posible que acciones populares puedan mejorar el sistema? o mejor esperar que lo arreglen “los otros”
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