"OK, HOUSTON, WE'VE HAD A PROBLEM HERE" Swigert (Apolo XIII)
El turismo espacial está en marcha para quien tenga guita y guste de emociones exclusivas. La tecnología avanza que es un primor y compañías como Blue Origin, SpaceX, World View, Virgin Galactic y Above Space la ponen al alcance de quien esté dispuesto a abonar los honorarios. El adquirir un billete posibilita ver el globo terráqueo desde una órbita espacial y asumir los riesgos implícitos que conlleva el viajecito.
Son experiencias que requieren de una tecnología exclusiva y de unas condiciones físicas muy particulares de los participantes. El soporte vital del habitáculo precisa de aire respirable y reguladores de desechos y de temperatura muy avanzados. El diseño de la nave, además de garantizar la supervivencia y comodidad de los participantes, tiene que ser capaz de soportar las altas temperaturas del reingreso a la atmósfera. El entrenamiento previo al viaje incluye ejercicios de resistencia física y síquica. Los pasajeros deben soportar el aislamiento y el estado de ingravidez.
Y ahora los precios. World View ofrece por 50.000 dólares un viaje en globo a la estratosfera. No alcanza el espacio exterior, pero permite ver la curvatura de la tierra y comenzar a sentir la ingravidez. Above Space, con el proyecto Pioneer Station, está planificando la construcción de hoteles en el espacio para que la gente pueda pernoctar durante unos días. SpaceX (ya ha realizado su primer viaje espacial privado) no ha revelado las tarifas de sus vuelos orbitales alrededor del Planeta Azul, aunque se habla de varios millones de dólares.
Blue Original ya vendió un viajecito por 28 millones de dólares; así que la tarifa seguirá por cifras parecidas. Virgin Galactic ofrece viajes de varios minutos de ingravidez por 200.000 dólares, ampliable a 90 minutos por 400.000 dólares. La conocida Boeing tampoco ha hecho público el precio, pero ya ha desarrollado (la lanzó al espacio el 5 de junio del 2024 y sigue sin regresar por problemas técnicos) la cápsula CST-100 Starliner para las futuras misiones espaciales abonadas por particulares.Todo se andará, según la ley de la teoría capitalista, a medida que crezca la demanda se abaratará la oferta. Fin