Turismo estelar: la magia del cielo
Desde todo el mundo hacia cualquier lugar del universo. La propuesta de hoy va más allá de un destino. Dejamos nuestro planeta y viajamos hacia las estrellas. Es el turismo astronómico o turismo estelar. Nada de grandes distancias, ni mucho presupuesto. Estos viajes nos permiten desplazarnos kilómetros usando nuestros ojos y la imaginación. Y dejando la mente bien abierta al conocimiento. Echamos a volar.
Antes de nada… miramos al cielo “Hasta las tantas”.
Si queréis ver las estrellas con los ojos cerrados, no tenéis más que escuchar el podcast de “Hasta las tantas”, el programa de verano de RNE que cada día se emite de 00:00 a 02:00. Cada madrugada, de domingo al lunes, me acercaré a proponeros un nuevo viaje sonoro.
Aquí va el primer podcast. (Minuto 29:30)
Primera hora – 20/07/15Y para los que prefiráis leer…
¿Qué es el turismo estelar?
El turismo estelar es un tipo de turismo que nos permite conocer el cosmos, el universo y nos permite poner nombre a lo que hay encima de nuestras cabezas, a cada uno de los astros: estrellas, planetas, constelaciones… y podemos hacerlo de mil maneras: invirtiendo miles de euros en aparatos o simplemente usando nuestros ojos, viajando a lugares con los mejores cielos o buscando un lugar sin contaminación lumínica cerca de nuestra localidad, solos, acompañados o con ayuda de un profesional. Lo importe es mirar hacia arriba.
Foto de Alicia Ortego, del blog “Los viajes de Ali“.
¿Por dónde empezar? Elegimos un buen observatorio.
Es lo más importante, seleccionar bien el sitio desde el que ver las estrellas. Para ello existen varias premisas:
- Alejarnos de ciudades y grandes núcleos de población ya que el exceso de luz produce contaminación lumínica y nos impide ver las estrellas.
- Cuanto más altos estemos, mejor visión habrá.
- El tiempo es importante. Cielos despejados.
- Elegir bien la noche. La luna llena, una vez que ha salido, no deja ver las estrellas pero nos permite observar nuestro satélite más cercano.
Una garantía es elegir un sitio con certificado STARLIGHT, luz de estrellas.
¿Starlight?,¿de dónde viene eso?
En 2007, la PALMA fue sede de la Conferencia Internacional en Defensa de la Calidad del Cielo Nocturno y el Derecho a Observar las Estrellas, y se aprobó una declaración con el nombre muy largo que se resume como Declaración de La Palma o Declaración Starlight. Detrás estaban instituciones como la UNESCO, la Organización Mundial de Turismo y la Unión Astronómica Internacional. Desde ese momento, Starlight empieza a dar certificados a lugares especialmente buenos para ver estrellas y comprometidos con la conservación de la calidad de sus cielos y dispuestos facilitar la observación. Hoy varios sitios están certificados de una u otra manera: como reservas starlight, star parks… En nuestro país, algunos de ellos son: la Sierra Sur, Sierra Morena, el Montsec, en Cataluña o Tenerife y La Palma en Canarias. Lugares desde donde observar auténticas obras de arte estelares. Además, en muchos de estos lugares se han instalado los mejores observatorios del país.
http://fundacionstarlight.org/
Y, ¿qué material necesitamos para observar las estrellas?
Nuestros ojos son el mejor instrumento pero si queremos acortar distancias con el firmamento podemos elegir unos buenos prismáticos (con trípode) o, para los más aventajados, telescopios. Busca ayuda de profesionales para comprar el equipo.
Para los que no seáis capaces de distinguir algo más allá de la Osa Polar o el Carro (me incluyo en este grupo) los teléfonos inteligentes y las tablets son grandes aliados. Existen aplicaciones que nos señalan cada uno de los astros que vemos en el cielo: planetas, cometas, estrellas, constelaciones… Algunas son de pago, otras gratuitas y muchas se descargan sin coste pero luego tienen complementos adicionales que cuestan dinero. Los nombres de las más famosas: Star Walk, Star Map, Star Chart, Stellarium, Sky Safari o Google Sky Map. Funcionan como pequeños planetarios portables y, si activas el GPS y colocas el móvil mirando al cielo, conforme lo mueves te irá apareciendo en la pantalla los dibujos del astro que tienes delante con su nombre correspondiente. El resultado: magia más un poquito de conocimiento.
Foto Alicia Ortego, del blog “Los viajes de Ali”.
Un paso más: la fotografía estelar.
Para los aficionados a la fotografía, el cielo nocturno abre un mundo de posibilidades. Y, aunque esto no pretende ser un curso de fotografía nocturna (tampoco tengo conocimientos para ello) aquí van algunas pautas.
La premisa: controlar la luz que entra y que la cámara no se mueva ni un milímetro mientras estamos disparando la fotografía porque además, el tiempo de exposición va a ser largo. En base a esto, además de conocimientos, necesitamos, una cámara réflex (o que admita controles manuales de apertura de diafragma, velocidad de obturación, ISO…), un trípode y un disparador. Nada demasiado específico.
Con un poco de práctica conseguiremos fotografías bastante resultonas que nos van a dejar ver, incluso, el color de la estrella. Para lo que no lo sepáis, cada estrella tiene su color, un tono que depende de la temperatura y, en consecuencia de la edad. Una estrella joven, alcanzará una temperatura mayor y su color será más azulado. Sin embargo, una estrella más edad tendrá una temperatura menor, será más fría y su color es más rojizo. Sí, justo al revés de lo que podríamos haber imaginado.
En “Entre encinas y estrellas” dan cursos de fotografía astronómica. Esta foto, evidentemente, es suya.
¿Y si nos enganchamos al turismo estelar? Profesores de estrellas.
Formarnos por nuestra cuenta está muy bien pero si queremos aprender más podemos dejarnos guiar por profesionales. Hay para todos los gustos: observatorios, alojamientos turísticos especializados, guías estelares, talleres de astronomía y rutas nocturnas.
Observatorios.
En Canarias se ubican dos de los más impresionantes. El primero, en el municipio de Garafía, en La Palma. Allí está el Observatorio Roque de Los Muchachos, el más importante del hemisferio norte. Con reserva previa, y pagando 9€ se pueden visitar sus instalaciones. En otra isla, en Tenerife, se ubica el observatorio del Teide, el mayor observatorio solar del mundo. La información sobre estos espacios y las visitas en la web del instituto astrofísico de Canarias (www.iac.es).
La península también tiene unos cielos resultones y algunos lugares para observarlos.
En Lleida, se encuentra el Parque Astronómico del Montsec. Se puede visitar una exposición astronómica permanente, un planetario en 3D y el parque de telescopios. Ofrecen visitas tanto diurnas como nocturnas y un “Ciclo de música bajo las estrellas” en el que actúa gente como el cantautor Reger Mas (fecha prevista el 1 de agosto de 2015). Más información en la web www.astromontsec.com.
En el sur, el observatorio de Sierra Nevada organiza visitas de uno o dos días a sus instalaciones con pernoctación en un albergue. Próximas fechas el 8 y el 15 de agosto. Las inscripciones en www.iaa.es, en el instituto de astrofísica andaluz.
Si nuestra opción es menos científica y más turística, tenemos otras propuestas como los alojamientos especializados en turismo estelar. Vamos a ellos.
Alojamientos de turismo estelar: Entre encinas y estrellas
Son casas rurales y alojamientos ubicados en lugares con poca contaminación lumínica, con material adecuado para la observación de estrellas y donde podemos asistir a una sesión de astronomía con un guía.
La web www.turismoestelar.com recopila unos cuantos pero vamos a ir a uno de ellos, al sur de Badajoz: a Entre encinas y estrellas.
En este complejo, en Fregenal de la Sierra podemos alojarnos en una casa con nombre de constelación, darnos un chapuzón en la piscina y observar el cielo en sus instalaciones en compañía de un guía de las estrellas.
Si tu afición crece, y vives en un sitio sin buena visibilidad, “Entre encinas y estrellas” dispone de espacios para instalar tu propio telescopio. Después, desde casa, por internet, podrás usarlo a través del control remoto.
Además organizan observaciones astronómicas, cursos de fotografía de las estrellas y star parties, lo más en este mundo estelar. Las star parties son concentraciones de amantes de la fotografía que se reúnen para observar estrellas, compartir conocimientos y aprender. La próxima: el 15 de agosto, con motivo de la lluvia de las estrellas. Casi vamos a ver un cartel que ponga: Star party 15 de agosto. Dj Residente: el cielo. Artista invitado: las Perseidas. Lugar: Entre encinas y estrellas.
Y es que, aunque cualquier día es bueno para observar el cielo, hay momentos muy especiales como las lágrimas de San Lorenzo, el día mundial del sol o las noches de luna llena. Ahora vamos con ellos.
Una de las casas de “Entre encinas y estrellas”.
Momentos únicos para mirar al cielo.
Cualquier noche despejada es un buen momento para levantar la cabeza y observar estrellas pero hay momento más mágicos que otros. Las noches de luna llena, los días de eclipse, el día mundial del sol o las –conocidas como- lluvias de estrellas.
Las Perseidas
Este año es lo más. Las Perseidas o lágrimas de San Lorenzo coinciden este año con luna nueva así que, observarlas, va a ser mucho más fácil.
¿Qué es lo que vemos? Las Perseidas se conocen popularmente como lluvia de “estrellas fugaces” pero aunque su visión sí que es fugaz, de estrellas, nada. Todos los años, por San Lorenzo, debido al movimiento de traslación de la Tierra, pasamos por una zona llena de “basurilla” estelar que ha dejado por allí el cometa SWIFT TUTTLE. Estas partículas son los (METEOROIDES) que se convierten en METEOROS (las estrellas fugaces) cuando, atraídos por la fuerza de la gravedad, entran en contacto con la atmósfera. En ese momento, la mayor parte de los meteoroides se destruyen y, lo que nosotros vemos, es su último suspiro. Pocos, pero algunos, no son exterminados del todo y caen a la tierra. Es lo que se conoce como METEORITOS.
A partir de ahora ya no va a ser tan romántico y tan simple como pedir un deseo cuando veamos una estrella fugaz.
Las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo son “las lluvias de meteoros” más conocidas pero no las únicas. En distintos momentos del año se producen fenómenos similares: son las Gemínidas, las Dracónidas… menos populares porque las fechas y el calor no acompañan tanto.
Foto: Alicia Ortego de “Los viajes de Ali”.
La luna llena.
¿Existe algo más romántico, más mágico, que una noche de luna llena? Estas noches, tanto en verano como en invierno, muchas asociaciones senderistas organizan rutas para caminar iluminados por la luz de la luna, toda una experiencia.
En Gredos, por ejemplo, El eje de la tierra, ofrece rutas senderistas los días 30 de julio y 29 de agosto, coincidiendo con las grandes lunas del verano. Además, Mercedes, creadora de esta empresa, realiza una interpretación del cielo antes de que la luna cobre todo el protagonismo y tape a las estrellas. En invierno, se recorren los caminos con raquetas de nieve y su color blanco refleja aún más la luz de la luna.
¿Sabíais que la luz que refleja la luna se llama “claro de luna”? Igual que la sonata de Beethoven.
El sol.
¿Quién dijo que de día el cielo no es interesante? La luz del sol, de nuestra estrella, tapa el resto de astros sin embargo, nos permite verle a él, algo a lo que no estamos demasiado acostumbrados. Para vivir esta experiencia sí que vamos a necesitar ayuda profesional ya que, por salud ocular, se requieren telescopios especializados. En algunos observatorios y alojamientos especializados disponen de este material.
Las estrellas siempre han estado ahí.
El cielo nocturno ha sido fuente de inspiración, nos han contado –desde siempre- miles de historias y ha marcado ciclos. La gente de campo, por ejemplo, sabía cuando comenzaba el periodo de cosechas gracias a Espica o Espiga, la estrella más brillante de Virgo. Y como esta, miles de historias.
Además, gracias a los movimientos de la Tierra, nunca el cielo está pintado de la misma manera. Mirad hacia arriba. Todo muy científico. Todo muy mágico.
Mil gracias a José Luis Quiñones de Entre encinas y estrellas y a Mercedes Sánchez del Eje de la Tierra por las entrevistas y por dar luz a la sección y a este post. Y, por supuesto, a Alicia Ortego del blog “Los viajes de Ali” por prestarme sus fotografías nocturnas.
Foto Alicia Ortego, del blog “Los viajes de Ali”.
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