Turismo y sostenibilidad

El turismo sostenible es aquel que busca minimizar el impacto sobre el medio ambiente y la cultura del lugar visitado, y contribuye a generar ingresos y empleo para la población local.  Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), este tipo de turismo tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras; tanto económicas como sociales y medioambientales, para satisfacer las necesidades de los visitantes y el entorno de las comunidades anfitrionas.

El turismo, en general, suele traer repercusiones positivas como la creación de empleo, se incrementan los ingresos económicos de la localidad visitada, suelen disminuir las migraciones por falta de trabajo, mejora el nivel cultural de la población local. Pero también suele provocar importantes consecuencias negativas como el incremento en el consumo de agua, energía, destrucción de paisajes, aumento de los residuos, etc. 
Según la Federación de Parques de Nacionales y Naturales, el Turismo Sostenible lo constituyen “todas las formas de desarrollo turístico, gestión, y actividad que mantienen la integridad ambiental, social y económica, así como el bienestar de los recursos naturales y culturales a perpetuidad“ (FNNP, 1993).

En la mayoría de las definiciones de turismo sostenible, se habla de:
A). Sostenibilidad ecológica: Que el desarrollo del turismo no cause cambios irreversibles en los ecosistemas de los diferentes destinos.
B). Sostenibilidad social: Se refiere a la capacidad de una comunidad para absorber el turismo.
C). Sostenibilidad cultural: Una comunidad ha de ser capaz de retener o adoptar sus propias características culturales distintivas ante la cultura del turista.
D). Sostenibilidad económica: Que asegure el nivel de ganancia económica que requiere el sector, para que sea viable.
La UNESCO, junto a la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entiende que las repercusiones del turismo pueden llegar a ser devastadores para algunas regiones y por eso promueve formas más responsables de hacer y concebir el turismo. Para ello, la OMT acuñó 9 puntos (en 1994) fundamentales que debían implantarse en los centros turísticos para fomentar el turismo sostenible o turismo responsable:

1. Compromiso medioambiental de los políticos y de los ciudadanos.
2. Control de las sustancias peligrosas.
3. La minimización de los residuos.
4. Conservación y gestión de la energía.
5. Gestión del recurso agua.
6. Transportes.
7. Planeamiento urbanístico y gestión del suelo.
8. Diseño de programas para la sostenibilidad.
9. Colaboración para el desarrollo turístico sostenible.

Para que el turismo sea sostenible, la ONU reclama que las actividades turísticas armonicen con las peculiaridades y tradiciones de las regiones y paisajes receptores. De manera que se proteja el patrimonio natural de los ecosistemas y la diversidad biológica y cultural.
Fuente: www.aragon.es