Según los expertos, en cada una de las comidas que realizan los niños debería haber un porcentaje saludable de grasas, dado que este componente es esencial,entre otras cosas, para el desarrollo de su cerebro y de su sistema hormonal. Como es difícil que una comida o una cena tenga niveles suficientes de grasas, intenta simplemente garantizar su presencia en el desayuno, el almuerzo y la merienda. ¿Cómo? Incluye, pro ejemplo, pipas o frutos secos en los cereales y prepárale bocadillos con pan de semillas. También es una excelente idea aliñar el pan con un buen chorro de aceite o untarlo con pulpa de aguacate(palta) dos de las mejores fuentes de grasas "buenas".
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