Tutoriales: De la teoría a la práctica ..¿todo sale?

Dicen que todo está en internet, que ahí puedes aprender cualquier cosa. Yo creo que no tanto, porque de la teoría a la práctica hay un mundo.

Me gusta probar cosas nuevas. Soy de las que arrancan con hobbies distintos cada vez que puede. En todos intento con mi mejor esfuerzo. Veo tutoriales, leo las instrucciones, me compro las revistas, me subscribo a los sitios más copados del tema en cuestión y claro que compro los materiales de principiante acordes.

Creyéndome una futura experta en la materia comienzo a ponerme manos a la obra. Probé con crochet, amigurumis, pintura, porcelana fría, dibujo, tejido, armado de pompones, peluches, creaciones en goma eva, y seguro que mucho más. En toda la historia es similar. En casa hay un espacio que da fe de mi paso por los hobbies más extraños: evidencia hay, talento no tanto.

Las primeras creaciones dejan en general mucho que desear. Intento seguir el paso a paso, con la poca paciencia que me caracteriza pero con todo el amor que tengo. Los chicos me piden entusiasmados que el primero que salga (de cualquier cosa) sea para ellos. Tengo cuatro chicos. Así que antes de renunciar a algo, tengo que hacer por lo menos cuatro.

Es extraño. Me paso con los amigurumis. Hice uno y los chicos me pidieron más. Si lo decimos con amor, estaban lindos y se notaba que eran artesanales. Yo le veía mil fallas. Los comparaba con el dibujo que tome como ejemplo y definitivamente, a este, le había puesto mi marca personal. Sin importar nada, ellos los querían.

Hice muchos. Algunos fueron directo al tacho de basura, otros quedaron en el fondo de la caja, otros entre los juguetes de los chicos y lo que es peor (o mejor, todavía no lo se) otros viajaron hasta casas de amigos que también querían los muñequitos que hacía la mamá de un compañerito. Me imaginaba el pequeño muñeco de lana al lado de la Barbie SuperStar.

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