Por cierto, antes de nada, decirles que la fase de votación
de la VII Edición
de los Premios 20Blogs ya ha comenzado, y agradeceríamos mucho si nos conceden
su voto en la categoría de música, donde llevamos 2 años consecutivos quedando
en 3er. lugar; a ver si ganamos de una vez, aunque creo que este año el ganador
de cada categoría lo elige un jurado y no gana el más votado directamente.
IMPORTANTE: este año, cualquiera de ustedes puede votar; sí,
ya no hace falta ser bloguero y participar en el programa, sino que con estar
registrado como usuario en http://www.20minutos.es
es suficiente para poder votar. Agradeceríamos que si este blog les gusta, se
tomen la molestia (si lo consideran oportuno y adecuado) de registrarse como
usuario y posteriormente votarnos en el siguiente link: http://lablogoteca.20minutos.es/discos-musica-y-reflexiones-1578/0/.
Cualquier ayuda es poca. Damos las gracias por anticipado. Quizás, también por
ello, para llamar más la atención, me sorprendo escribiendo hoy sobre “The
Joshua Tree” de U2.
Y me sorprendo, ya que tenía pensado meterle mano a “The
Unforgettable Fire” o al “Pop” de 1997, pero el carácter masivo de esta obra,
me ha hecho que, contra todo pronóstico, sea el protagonista del post de esta
semana. Da la casualidad de que el sábado pasado hicimos nuestro programa en
directo a las 16.00h en RUAH sobre el “War” del año 1983 y que hace casi un año
que “Achtung Baby” fue el post semanal (cosa que he mirado ahora mientras
escribo, descubriendo esta coincidencia de que ya era hora por tanto de un
nuevo post escrito de U2).
Tanto de que hablar y tan poco que contar que no se haya
contado… Estamos ante uno de los fenómenos masivos mundiales del rock de la
historia. U2 en los días que se editó este “The Joshua Tree”, eran la mayor
banda del mundo, ya que Queen comenzaban a acusar el progresivo deterioro de la
salud de Freddie Mercury, Pink Floyd ya no eran los que eran (Roger Waters out)
y bandas como Dire Straits comenzaban su ocaso hasta su separación.
Por ello, Bono, The Edge, Clayton y Mullen jr. encontraron
el momento idóneo para hacer saltar la banda. El grupo se tomó su tiempo para
editar su nuevo disco tras “The Unforgettable Fire”. Fueron 3 años de hiato
entre disco y disco, cuando en los 80 el ritmo de producción de las bandas era
mucho más frenético, siendo comúnmente de lp por año. Entre medias, el grupo se
convirtió en uno de los triunfadores del evento Live Aid, con una actuación
para el recuerdo, y que por tanto permitió que el grupo dejara una buena estela
de su presencia hasta que retornaran un par de años después.
La estética del grupo había evolucionado. The Edge con barba
y pelo largo (sombreo al uso para taparse la alopecia, por otro lado), Bono con
una coleta tersa en su cabellera, chalecos de cuero y botas de cowboy, y,
bueno, los llamados “los otros 2”,
Mullen Jr. y Clayton no cambiaron mucho; quizás si el bueno de Adam Clayton,
sofistificando algo más su imagen, con un pelo muy cortito y unas gafas que le
daban un aire más depurado que sus pintas de discos anteriores, con un medio
afro rubio que daba mucho el cante.
Realmente “The Unforgettable Fire” ya marcaba las pautas
sonoras de “The Joshua Tree”; es decir, que el disco no supuso un viraje en el
estilo de U2, como sí se podía apreciar entre “War” y “The Unforgettable Fire”,
sino que más bien, lo que hicieron los U2 fue sellar un lp que tenía unos temas
mucho más masivos y con gancho que los ya de por sí muy buenos que incluía su
4º disco de estudio del año 1984. El comienzo es arrollador, ahora lo verán.
Otra cosa es que Brian Eno y sus matices electrónicos de
producción es que se hicieron más grandes en este lp, cosa que ya había
apuntado en “The Unforgettable Fire”. Eso se ve en esa intro arrolladora, que
viene de lejos, de “Where the streets have no name”, con el mayor momento de
The Edge de su historia a las guitarras. Un riff que echa para atrás, tanto
como la fuerza con la que Bono entra al micrófono. Los subidones de intensidad
generan el mismo impacto que las olas de un mar picado te provocan cuando te
metes al mismo en una playa, y la épica en ciertos momentos del estribillo no
tiene límites. Es la canción “explota-estadios” por excelencia del grupo. Una
pieza que no se concibe de interpretar en un sitio que no sea un recinto al
aire libre con capacidad para no menos de 50000 personas. Uno de los mejores
temas del disco y de U2 en general, pero que compite encarnizadamente con los 2
siguientes por ser el mejor de la obra .Y eso no está claro, ya que las 3
canciones del inicio son muy buenas, pero de estilos muy distintos, con lo que
la comparación es difícil e incluso innecesaria, ya que por ejemplo la
siguiente “I still haven’t found what I’m looking for” baja el pistón de la
épica y nos regala un medio tiempo cercano al country pop. Esta canción es
cálida, cercana, nada pretenciosa (aunque pueda parecer lo contrario) y llega
al público por su sencillez, contrastada mucho con la ampulosidad de la canción
que la ha precedido. El videoclip en Las Vegas es muy gracioso, con The Edge
poniendo a veces algunas caras de sopor muy notables mientras que toca la
guitarra, soportando a Bono cantando a pleno pulmón a su lado, y sobre todo con
Adam Clayton con una actitud disoluta y desinhibida en el final del video, con
un botellín en la mano, pitillo en la boca y pillando un taxi, envuelto en lo
que estimo era una borrachera de puntillo gracioso. Y es que salvo el videoclip
de “With or without you”, siguiente canción y que conforma esta trilogía de
apertura brutal, rodado en estudio y algo soso, los clips son muy llamativos
(no olvidemos el jaleo que montaron en Los Ángeles en la azotea de un edificio
el grupo, obligando a intervenir a la policía, ante el lío que se había
organizado en la calle abarrotada de gente); por cierto, en el programa
“Despierta Alcalá” de RUAH, no hace muchas semanas, y comentando este disco,
dije que el video de “Where the streets have no name” había sido rodado en New
York. Corrijo aquí el patinazo en antena. Pues lo dicho, ahora cambiamos de
registro o estilo para dar paso al tercer hit descomunal de “The Joshua Tree”.
Esa balada atormentada que es “With or without you”, donde la mano de Eno en la
producción es patente, es de las preferidas a nivel mundial del grupo. La
canción rompe en momentos de intensidad notables, con esos coros de Bono
desgarrados, y la parte final instrumental, con The Edge en estado de gracia
permanente en el disco, son de lo mejor del disco. Una canción realmente bonita
y un inmortal del grupo, al nivel de las 2 canciones que la anteceden en la
obra que nos ocupa. Quizás se mete toda la carne en el asador de inicio y luego
el disco va poco a poco entrando en terrenos menos evidentes y de menor
relumbrón. De esta forma, U2 dieron forma a una de las aperturas de disco más
aplastantes e impresionantes de la historia de la música. Se vuelve al rock,
aunque con un regusto amargo y alejado de la épica, en “Bullet the blue sky”.
Un tema que se haber sido producido de otra forma este “Bullet the blue sky”,
no hubiera desentonado en el “War” del año 1983 que comentamos en el programa
del pasado sábado en RUAH. Es normal que de primeras no entre, y más tras ser
“la pobrecita situada tras el trío de apertura”. Gana con el paso del tiempo y
destaca por las distorsiones de la guitarra de The Edge, siendo uno de los
pasajes donde más afilada y agria suena del disco. “Running to stand still”
evidencia el sonido country de forma muy clara (mucho más que en los retazos
que se podían intuir en “I still haven’t found…”), y con su carácter íntimo y
acústico supone una composición de perfil bajo, muy sentida, que demuestra el
gusto de U2 por América; por cierto, que en su día en el post sobre “Battle Born” de The Killers se me pasó, me recuerda muchísimo lo que han hecho Brandon
Flowers y sus amigos de Las Vegas con esa canción “Heart of a girl” de su
último disco a esta “Running to stand still”, ¿a ustedes no? Me refiero a
ciertos aspectos o momentos, evidentemente. Esos alaridos-coro de Bono son
clásicos dentro del envoltorio de este “The Joshua Tree”. Bonita pieza y, si
reparan en ello, más variedad estilística aportada al disco, al no haber
repetido estilo ni texturas en los 5 primeros temas. Tras este momento íntimo,
con toques de armónica, pasamos a “Red Hill mining town”, un tema que va
ganando fuerza y que destaca por sus arreones de intensidad. Destaca mucho aquí
la base rítmica, ese tandem de Mullen Jr y Clayton, a los que la producción ha
querido dignificar en este momento, ya que los arreglos de Eno y las guitarras
de The Edge, en el plano instrumental, ha sido lo que más ha llamado la
atención hasta el momento. Buen estribillo, quizás su aspecto más válido, en el
que Bono se muestra con cierta rabia al entonarlo.
Uno de los momentos de pop rock más luminosos es “In god’s
country”, con unos riffs de guitarra del sr. Evans, The Edge para los amigos,
que destacan mucho. Quizás es de los instantes menos destacables del disco, y
es que teniendo compañeras de obra tan potentes, es fácil palidecer en las
comparaciones respecto a las mismas. Ahora llega “Trip through your wires”, de
clara influencia country, visto desde el inicio con esas armónicas. Más allá de
ser evidencia del vistazo a América que U2 transmitían en el disco, tampoco es
otro tema memorable y junto a “In god’s country” suponen el pasaje menos
llamativo de la obra. No obstante, no se preocupen, que en el tramo final el
grupo remonta en cierta manera el vuelo. “One tree hill” es de los temas menos
épicos y más relajados de “The Joshua Tree”. Los punteos de The Edge se mueven
gráciles, e incluso saltarines, en una pieza que en el plano oculto del disco,
suele gustar bastante a los seguidores más acérrimos de U2. Es en su tramo
final donde se imprime un poco más de velocidad a la melodía y Bono se suelta
más en el apartado vocal, sino tenemos en cuenta su epílogo final, claro.
“Exit”, penúltima pieza del disco, es una rara avis dentro del conjunto. Su
cierta experimentación, con claros cambios de humor, que van de lo íntimo y
casi imperceptible, a un trueno sonoro lleno de fuerza y la mayor rabia del
disco, pueden ser ejemplo de los caminos que tomarían el grupo en el siguiente
disco “Achtung Baby”. Cosas como la maravillosa “The fly” podrían tener aquí un
punto de partida. Se finaliza de forma muy sentida y recogida, con la
interesante “Mothers of the dissapeared”. Una canción nuevamente implicada, en
este caso con las cruentas situaciones vividas en las dictaduras de Argentina y
Chile y las desapariciones de disidentes, eliminados y diluidos por esos
regímenes autoritarios/dictatoriales. Un bonito homenaje humanitario, con el
que U2 cierran su disco por antonomasia, aquel que les permitió llegar al
estatus de superestrellas imperecederas.
Si el otro día al hablar de Rick Astley y su disco de debut,
hablamos de fenómenos mundiales a nivel músical del año 1987, U2 serían los
otros triunfadores claramente. Sobra decir que Rick y U2 no eran competencia
directa y sus propuestas están claramente diferenciadas.
“The Joshua Tree” arrasó y permitió a estos 4 irlandeses
traspasar la última puerta del éxito mundial, convirtiéndose en leyendas.
¿Grupos que lo hayan conseguido después? Pues quizás Nirvana con su grunge, ya
que creo que ni en su día Oasis o Blur, ni Coldplay, ni The Strokes, ni The
Killers, ni Arcade Fire de momento han llegado a tal nivel de histeria
colectiva masiva.
Para muestra un botón: el “Melody Maker” vino a poner en
portada de uno de sus últimos números de 1987 al grupo (la foto que encabeza el
artículo la he sacado de ahí) y tituló el número como “1987: el año de U2”.
Pues así fueron las cosas y así se las estamos recordando. Este disco
demostraba el gusto del grupo por América y su fascinación por el tema, cosa
que no solamente se ve en los guiños sonoros al country, sino en temas como en
“Bullet the blue sky” en su letra (¿quién no recuerda a Bono en el video desde
México D.F. interpretándola con aquel paraguas con la bandera de los Estados
Unidos, haciendo movimientos de drive de golf?) y en los videoclips grabados
para “Where the streets have no name” o “I still haven’t found what I’m looking
for”.
El posterior disco en directo “Rattle And Hum”, aderezado
con algunas versiones de clásicos como Hendrix y que incluyó el masivo hit,
número 1, de “Desire”, vino a plasmar la esencia U2 de aquellos días. Como
documental de un grupo arrollador a nivel de masas en su mejor momento
histórico, no tiene precio. Supongo que el grupo tuvo que tomar perspectiva
para no perder la cabeza tras toda la vorágine que rodeó a “The Joshua Tree” y
su promoción, y por ello “Achtung Baby” no vería la luz hasta 1991; aún así, a
Bono le fue imposible mantenerse sobrio y a partir de aquí comenzó su
mesianismo sin fronteras y esas cosas que se sacaba de la manga, como los
futuros alter-ego que se creó con The Fly o Mr.McPhisto (me como un pisto…
Perdónenme la gracieta, pero así me ha salido).
La portada en blanco y negro, con fotografía de Anton
Corbijn, también ha quedado para la historia, y es que todo lo que rodea a este
disco es mítico. También supuso el comienzo del gusto del grupo por dar títulos
largos a sus canciones, cosa que repetirían en sus discos posteriores en
algunos temas. Personalmente estimo que el disco no es tan redondo como nos lo
pintan. El poder de sus 3 temas de inicio es arrollador, pero creo que “Achtung Baby” es mucho más perfecto y además arriesgado.
Lo que no podemos negar es que este “The Joshua Tree” es de
los álbumes más exitosos de la música moderna y marcó una época, un momento.
Creo que U2 no volverán a editar discos que lleguen al nivel emotivo que tenían
en conjunto sus grandes obras pasadas, pero el regusto masivo se les quedó
marcado desde este año 1987 y cualquier gira que hagan arrasará; al respecto,
tengo pendiente de verles en directo (una de mis grandes carencias), a ver si
regresan por Madrid y pillo entrada para cuando sea. Pues esto ha sido “The
Joshua Tree” y mi humilde (y siempre discutible) opinión. Digiéranlo como
puedan.
Sobre nuestro programa de radio, estamos en semana de
reiteración o repetición y tanto hoy a las 16.00h como el miércoles a las
23.00h en RUAH y en &radio, sonará el programa sobre “Duke” y Genesis. El programa sobre Kraftwerk y “Electric Café/Techno Pop” ya lo subimos a Ivoox. El
próximo sábado habrá nuevo programa en directo. Ya crearemos el evento en
Facebook anunciando sobre quién irá. Estén atentos.