Revista Sociedad

Ucrania, una partida de Risk

Publicado el 03 marzo 2014 por Salva Colecha @salcofa

Estos últimos días Ucrania acapara todas la cabeceras de los periódicos aunque puede que, en el fondo, no sepamos de donde viene tanta convulsión.

Aparentemente el asunto está claro. La población cansada de un gobierno corrupto y con las narices hinchadas grita “basta” en plan romántico y se lo carga. Aunque técnicamente el gobierno, aunque corrupto hasta la médula, era legítimo al haber salido de unas elecciones (permitidme que sospeche de su transparencia).

La situación era desastrosa, las mafias de todo tipo campando por sus anchas, especialmente las de explotación de mujeres, las libertades y derechos en retroceso , tanto que han recortado la

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esperanza de vida de vida de una población cada vez más pobre con sus salarios del orden de 150€ mensuales. La ira se acentuó al ver como su presidente vivía en un palacio de cinco plantas, con grifos de oro, trofeos de caza (mira, en eso me recuerda a alguien) helipuerto, zoológico y todas las barbaridades que se puedan imaginar, todo ello con un sueldo de 6.000€ al mes, ¿de dónde daba para tanto? Es fácil de imaginar.

En este escenario entra la UE con “deseos de Democracia y Derechos Humanos”. Pero hay bastante más detrás de esto, nada es fácil para Ucrania. Vuelven, una vez más a ser víctimas de su importante ubicación geográfica. La historia de Ucrania se repite.

El mismo nombre de Ucrania proviene de Krai (Frontera con Polonia). De hecho Polonia y Ucrania eran la empalizada que separaba Rusia de Europa. Polonia ya forma parte de la UE, por tanto a Europa le faltaría incorporar a Ucrania, donde uno de cada cuatro

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habitantes son de etnia rusa aunque se concentran lógicamente en la parte este del país (la península de Crimea, mira que casualidad). Los zares ya vieron aquello que después diría a principios los años 90 Brzezinski “con Ucrania, Rusia es un imperio, sin ella un país más” y a finales del S. XVIII Ucrania formó parte de Rusia. Posteriormente, en la revolución Soviética, también fue considerada muy importante aunque conservó cierta independencia, que mantuvo incluso después de la II Guerra Mundial. Tanta como que en la celebración de la fundación de la ONU, a pesar de estar anexionada a la URSS, fue contada como como país independiente.

La URSS los consideró, al estar en la frontera con el mundo occidental, territorio estratégico de primer orden, allí montaron todo un escaparate nuclear de misiles y centrales, supongo que todos recordamos el accidente de a Chernobyl. La URSS dejó tanto poder nuclear en Ucrania

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que al disgregarse pasó a ser considerada la tercera potencia nuclear del mundo. El interés por recuperar todo esto (que barato no era) hizo que Rusia estableciera múltiples acuerdos con Kiev además de mantener bases tan importantes como la de la flota del Mar Negro. Como consecuencia de ello se transferían ingentes cantidades de dinero a Ucrania y esta a cambio devolvía las armas, mantenía la base de marras y , sobre todo, dejaba pasar a través de su territorio los miles de kilómetros de gasoductos y oleoductos que suponen para Moscú un negocio enorme. Rusia gana con esos acuerdos muchísimo dinero, algo que la UE no puede permitir ya que es a su costa ya que compra ese gas y ese petroleo.

La lucha por decantarse entre Occidente o Rusia es la vida política diaria de Ucrania desde sus primeras elecciones. Los déspotas se han sucedido en el poder, hemos visto como han llegado incluso al envenenamiento de candidatos, (como Viktor Yushchenko), pucherazos y todas las versiones de amaño posibles.

En 2010, con la llegada de Viktor Yanukovich y el encarcelamiento de Timoshenko Rusia ganaba de nuevo. Ucrania se acercó más a Rusia. En Noviembre de 2013 Ucrania rechaza la “suculenta” oferta de la UE, consistente en una inyección de dinero a cambio de reformas, rebaja de los aranceles y una promesa de entrada en la UE y la OTAN. En contra de ello se

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establecen nuevos acuerdos con Rusia. Curiosamente en este momento es cuando empiezan las protestas que se van radicalizando cada vez más y llevarán a los enfrentamientos salvajes de la plaza Maidan (que todos vimos por la tele) por parte de grupos de todo tipo de ideología formados y adiestrados hasta un nivel que puede ser sospechoso, por lo menos a mi me lo parece(igual es que soy un conspiranoico malpensado).

Si nos paramos a ver los partidos con los que simpatiza la UE, es fácil adivinar sus intenciones. Batkivshchyna (Patria) de Yulia Timoshenko y Arseni Yatseniuk pretende reunirse con UE y FMI. Svoboda (Libertad) es un partido nacionalista y radical de extrema derecha, dirigido por un cirujano de 45 años, Oleg Tiagnibok. Este partido fue fundado en 1923, en la II Guerra Mundial pactó con Hitler (y que hoy en día mantiene símbolos y un ideario como para darles de comer aparte), de su zona, misteriosamente, vienen los más violentos de Maidar. Por último el partido de un ex boxeador, Vitali Klitschko Kliskpo, Udar (Golpe, muy ocurrente). Es el favorito de la UE, Merkel lo apoya aunque USA prefiere usarlo como ariete para seguir aporreando a los restos de la era Yanukovic. ¿Y que pinta USA en todo esto? La respuesta es fácil, el dominio de Ucrania les permitiría tener una plataforma a la que llevar soldados y armas cerca de Moscú. 

En resumen, cada cual lucha por sus intereses. El poder establecido en Ucrania por mantener su corrupción, la URSS por continuar con unos acuerdos que les reportan inmensos beneficios, la UE por obtener recursos energéticos mucho más baratos y USA por un interés geoestratégico militar de suma importancia. La partida de RISK está servida en lo que podría acabar siendo una nueva Guerra Fría. Aunque finalmente los que acabarán pagando el pato serán los de siempre, los ciudadanos.  


Ucrania, una partida de Risk


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