Revista Psicología

Ulises el inmigrante: Síndrome de Ulises

Por Yanquiel Barrios @her_barrios
Ulises el inmigrante: Síndrome de Ulises

"Y Ulises pasaba los días sentado en las rocas,

a la orilla del mar, consumiéndose a fuerza de llanto, suspiros y penas,

fijando sus ojos en el mar estéril, llorando incansablemente..."

La Odisea, Canto V

Emigrar se está convirtiendo hoy, para millones de personas, en un proceso que posee niveles de estrés tan intensos que llegan a superar la capacidad de adaptación de los seres humanos. Estas personas son propensas a padecer el Síndrome del Inmigrante con estrés crónico y múltiple, también llamado Síndrome de Ulises (el nombre se inspira en el héroe mítico Ulises, el cual vivió innumerables adversidades y peligros, lejos de sus seres queridos).

Si bien el síndrome propiamente dicho afecta a inmigrantes que viven en situaciones extremas (como inmigraciones por guerra o catástrofes naturales) sus características pueden presentarse en inmigraciones no extremas (por decisión propia, por aspectos laborales, etc.).

El Síndrome de Ulises no es un trastorno mental, sino un cuadro de intenso estrés que se caracteriza por la combinación de estresores, duelos, y por la aparición de un amplio conjunto de síntomas psíquicos y somáticos que se enmarcan en el orden de la salud mental.

Entendemos por estrés "un desequilibrio sustancial entre las demandas ambientales percibidas y las capacidades de respuesta del sujeto"; y por duelo "el proceso de reorganización de la personalidad". La correlación de ambos procesos sucede porque el duelo es un estrés prolongado e intenso. Los duelos que suelen presentarse en estos casos son: por la familia y los seres queridos, por la cultura, por la lengua, por el contacto con el grupo de pertenencia y por la tierra.

Ulises era un semidiós, que sin embargo, a duras penas sobrevivió a las terribles adversidades y peligros a los que se vio sometido; pero las personas que llegan hoy a las fronteras son personas de carne y hueso que viven episodios tanto o más dramáticos que en la Odisea. Soledad, miedo, desesperanza...las migraciones del nuevo milenio nos recuerdan cada vez más a los viejos textos de Homero.

En mayor, o en menor medida, la sintomatología que se presenta en éste síndrome es la siguiente:

Sintomatología del área depresiva:

Tristeza

Llanto

Sentimiento de culpa

Ideas de muerte

Sintomatología del área de ansiedad:

Tensión

Nerviosismo

Preocupación excesiva y recurrente

Insomnio

Irritabilidad

Sintomatología del área de la somatización:

Cefaleas

Fatiga

Contracturas musculares

Tal como hemos señalado, en el Síndrome de Ulises, aunque hay sintomatología del área depresiva, que es además muy relevante, faltan toda una serie de síntomas básicos de la depresión estándar (la apatía, además de que los pensamientos de muerte son menos frecuentes).

Con referencia al trastorno adaptativo la principal diferencia es que aquí el estresor es identificable, en el caso del inmigrante los estresores son variados.

Las personas que emigran no presentan un cuadro clínico, sino sintomatología que constituyen "pródromos" (una puerta entre la salud mental y el trastorno). Plantear el síndrome también implica plantear una delimitación para evitar que las personas sean incorrectamente diagnosticadas con trastorno depresivo, TAG, etc. Es decir que el síndrome debe ser considerado dentro de la prevención sanitaria y psicolosocial para tratar este cuadro que afecta a los inmigrantes ante la soledad, el miedo, el estrés y la tristeza que genera la situación de dejar el propio país y adaptarse a otro distinto.

Ulises el inmigrante: Síndrome de Ulises

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