Porque el diseño y la calidad no están reñidos con el espacio, os presentamos un edificio residencial diseñado por A-cero, situado en un estrecho solar urbano, y con viviendas que no superan los 52m2 de superficie.
La edificación, situada en la calle San Isidoro en La Coruña, resuelve de forma ingeniosa y funcional los problemas planteados debido a la estrecha parcela (situada entre medianeras) en la que se encuentra el inmueble. Como resultado, se ha logrado una composición sobria y moderna, que aprovecha el área disponible y la luz natural al máximo .
Os dejamos los planos de las 2 últimas viviendas pendientes de venta, una en planta baja, y el restante un ático.
PLANTA BAJA
Este es el apartamento de mayores dimensiones, el doble con 118,56m2 construidos.
PLANTA SEXTA (ATICO + CUBIERTA)
PLANTA ATICO
Consta de una sala de estar – salón, cocina – despensa, distribuidor, cuarto de baño, trastero y tendedero, distribuido en 53m2 construidos.
PLANTA CUBIERTA
Consta de una terraza común de 7,62m2, armario, terraza colindantes de las vivienda y la suya propia de 35m2.
FOTOS DE OBRA
PROYECTO FINALIZADO
La construcción consta de seis plantas y alberga dos apartamentos (de un dormitorio) por nivel, diseñados como reflejo. Sin embargo, en la primera planta se encuentra una vivienda de 113m2 con tres dormitorios, dos baños, cocina y salón-comedor.
Además, cada vivienda dispone de una plaza de garage.
Cada apartamento, gracias a una distribución sencilla y recursos ingeniosos, como la división acristalada entre la cocina y el espacio del salón-comedor, consta de estancias con mucha luminosidad que ofrecen una sensación de amplitud sorprendente, ya que la superficie de las viviendas no es muy grande.
Interiormente, la característica principal de las residencias es el amplio ventanal del salón, que aporta luz y generosas vistas hacia el exterior.
La fachada principal del edificio refleja la organización simétrica de las plantas a través de una composición geométrica precisa y sencilla. Las hojas batientes de las ventanas, en ambos lados de la fachada, al ser invisibles cuando están cerradas, crean variaciones en la geometría de la misma, según se van abriendo.
Los acabados siguen las mismas pautas anteriores: grandes superficies acristaladas, lamas horizontales de chapa de acero inoxidable y estructura de perfiles de acero laminado.