La primavera está a la vuelta de la esquina y el invierno nos dejará para que florezca la vida.Pero el invierno es un buen momento para leer, para aprovechar las tardes frías. La verdad es que metido en la vorágine del día a día, lo múltiples frentes abiertos y el intentar jugar siempre un papel aceptable en todo lo que emprendo, el tiempo, no ya para leer, si no para todo; es un bien muy escaso. Para mí más valioso que el oro. Pero aún así, saco un ratito para leer, para dibujar y para escribir.Os traigo por aquí mis últimas lecturas. "Se me olvidó decirte: te quiero", de Mónica Carrillo. Un libro plagado de clichés, de frases hechas, de guiños de Mr. Wonderfull. Capítulos enteros para olvidar, dos de ellos con letras de canciones hilvanadas, no me ha gustado nada. Una lectura fatua e insulsa. Una sensibilidad que suena impostada. Busca la lágrima fácil, sensiblera, ñoña y a la vez carente de sustancia. No lo recomiendo.
"Rayos", de Miqui Otero. Una novela fresca. Un grupo de amigos comparten piso en el centro de la Barcelona más decadente. Juventud, amor, literatura, precariedad, ilusiones. Algunos pasajes son realmente divertidos. El protagonista nos hace entrar en ese circulo de amigos, nos hace participes de la relación con sus padres, sus chicas, su entorno. Una lectura muy agradable. "Corazón tan blanco", de Javier Marías. Es una sus novelas con mayor proyección. Como todas las suyas, es densa, pero que no tiene desperdicio desde la primera frase hasta la última. Escrita con oficio, una trama interesante. Una novela imprescindible.