Todos los que viven de alguna manera de la música lo dicen: la cosa está muy malita. Para el conjunto de la sociedad, también, pero ellos arrastran una crisis que va en caída libre desde hace unos cuantos años más que el resto. Por eso da gusto contemplar un auténtico festival de rock & roll como el que ofrecieron, dos días seguidos, Los Coronas y Arizona Baby, el miércoles y jueves pasado, en el Teatro Lara de Madrid. Por separado y revueltos, dieron muestra del buen rollo que hay entre ellos y de lo bien que se lo pasan juntos tocando, algo que se transmite inmediatemente a la audiencia. Ellos demuestran que con imaginación y buenhacer se puede salir adelante, y lo que en principio era una mini gira conjunta, llamada "Dos bandas y un destino", ha ido creciendo y no se le ve punto final. Muy al contrario, este sábado les espera La Coruña, y luego Pontevedra, Palma de Mallorca, Burgos, Bilbao, ¡Berlín!, Huesca... y varios festivales: el Derrame Rock, el Azkena, el Low cost, el Arenal Sound, el Sonorama...
Su concierto fue uno de esos de que deseas que no se termine nunca. La propuesta de Arizona Baby , con ese sonido acústico, de saloon filmado por Tarantino, encaja como un guante con el surf acelerado y rabioso de Los Coronas. Las versiones que desfilaron por el escenario fueron espectaculares, ya sea cuando interpretan a Del Shannon, Black Sabbath, Dick Dale o los mismísimos Pink Floyd ("Wish you were here"). Dos bandas y un mensaje: hay futuro.
(Pablo Marínez Pita, www.abc.es)