Un saludo y felices fiestas a todos los que seguís este blog. Os habréis percatado de que llevo más de una semana sin publicar nada, y estoy seguro de que quien haya reparado en esto habrá pensado que, tal vez, se deba al ajetreo propio de estas fechas. Lo cierto es que no ha habido tal ajetreo y que el motivo de la ausencia de nuevas publicaciones es otro...
Seré directo. Durante los últimos días he estado meditando la posibilidad de dejarlo todo (nuevamente), y no es porque el blog no haya tenido el éxito o la recepción que yo esperaba, pues realmente tampoco tenía puestas muchas esperanzas en un principio y los primeros resultados me sorprendieron gratamente. Como siempre, ha habido altibajos pero nada que me hiciera tirar la toalla. Sin embargo, mi progresiva falta de entusiasmo por el mundillo, unida a un sentimiento de no atarme a un trabajo sedentario como es el uso prologando del ordenador han hecho mella y, desde luego, ahora mismo se puede decir que estoy de capa caída.
Un buen blog temático tiene que tocar, en la medida de lo posible (y no me digáis que no), todos los palos. Dicho de otro modo, en lo referente a los videojuegos debería ser capaz de poder hablar de cualquier sistema, antiguo y moderno y, por supuesto, de sus juegos. Sé que hay blogueros que cuentan con ayuda para hacer esto, aunque también hay lobos solitarios con mucha energía, tiempo, dinero y una motivación que ya me gustaría a mí tener, porque yo me veo incapaz de abarcar ya no todo, sino al menos un poquito de cada uno además de que, obviamente, tengo mis preferencias y hay muchos sistemas que no toco. Es por eso que en "De la cruceta al Stick" no veréis nunca un análisis de un juego de Nintendo o de la Xbox One, entre otras cosas. Esto me limita bastante, lo sé, pero es lo que hay.
Recientemente también me deshice de buena parte de mi colección privada para quedarme solo con aquellos juegos que me transmiten algo especial, sea emoción o recuerdo, y eso ha hecho que también se reduzca el abanico aún más. Todo aquello que no me produce tales sentimientos ya no me interesa como antes y claro, como comprenderéis, si una persona que escribe sobre un tema concreto percibe de pronto como, poco a poco, su afición por dicho tema va decayendo pues también lo hacen las ganas de continuar escribiendo. Y nada me gustaría más que recuperar ese entusiasmo pero lo veo bastante complicado. Por supuesto, no me gustaría deshacer el camino andado pero de momento voy a sentarme un rato a la vera del mismo para meditar si sigo adelante, regreso o tiro para otro lado.
Pero quizá alguno de vosotros pueda ayudarme con sus propias experiencias y por eso, para cerrar este post, me gustaría invitaros a que las compartáis en los comentarios porque no creo ser el único que, en alguna ocasión, ha pasado por un bache como este y me vendrían muy bien algunos consejos. Eso sí, al final, lo que tenga que ser, será...