“Un amigo para Frank”: El último gran golpe

[6/10]   En un futuro cercano… los robots realizan servicios para mejorar la salud de los humanos y hacen los trabajos más pesados en una biblioteca. Están dotados de sofisticados programas de memoria y cálculo, pero no de sentimientos ni conciencia. Por eso, pueden ser asistentes y cómplices de sus dueños en sus actividades, pero nunca llegar a ser amigos con los que recordar ni tampoco tener remordimientos. Ese es el panorama de “Un amigo para Frank”, comedia dramática que supone el debut de Jake Schreier y que juega con la memoria y el olvido, con la soledad y los afectos, con la culpa y la redención… siempre con aires de cine independiente y sin excesivas pretensiones.

Asistimos al declinar de Frank y a sus intentos por reparar un pasado ya difuso en su maltrecha cabeza. En su juventud fue un ladrón de guante blanco que terminó con sus huesos en la cárcel, desatendiendo una familia que terminaría por romperse… y algo queda de todo eso. Ahora ocupa sus horas leyendo libros, tirando los tejos a la bibliotecaria y con algunos proyectos profesionales que le procuran interés. Ante su negativa de trasladarse a una residencia de ancianos, su hijo le compra un robot que le cuide y acompañe… aunque los planes de Frank son otros, y los de Schreier también.

La trama cómica del golpe del simpático anciano avanza sin más aliciente que la interpretación de Frank Langella, pues su falta de ritmo y fuerza parecen parte del programa informático del robot. Por otro lado, la perspectiva de una vida desmemoriada y solitaria -el anciano es un viejo cascarrabias- tiene cierta hondura y sugiere reflexiones interesantes. El protagonista prepara su último gran robo, pero esta vez no busca las joyas de esas clases pudientes… aunque las apariencias apunten hacia un nueva travesura de un impenitente ladrón. Lo que Frank pretende robar es la paz para su alma, el perdón de sus hijos, el amor de una mujer. En su Alzheimer quizá pueda vivir desorientado y estar perdiendo la memoria, pero hay cosas que no se olvidan porque sus raíces son profundas y no es tan fácil hacer el reseteado que se ejecuta al androide (¿eutanasia robótica?).

No sé si en el futuro cada uno tendremos un robot-asistente y si nos suplirán en los trabajos más arduos y costosos, pero lo que está claro es que hay campos que pertenecen al ámbito de lo humano y que es ahí donde se fragua la felicidad. Frank lo vislumbra en sus momentos de lucidez, y por eso es capaz de simular la proximidad de la muerte o la inocencia adolescente… si con ello alcanza la joya que se le resiste. El robot puede ayudarle aportándole la memoria que él está perdiendo, pero el sentimiento y el arrepentimiento son cosa de él. El trabajo de Langella hace que la cinta no se despeñe y se vea con gusto, porque el resto de los personajes apenas están dibujados en el guión y son mera comparsa, cuando no caricatura ridícula como sucede a su vecino Jake. Tampoco el diseño del robot alcanza una gran sofisticación, y su planitud de carácter y reacciones está acorde a su condición.

Con Frank, asistimos a una comedia amable y simpática pero gris y atonal, a la que le cuesta arrancar emociones fuertes e intensas, y quizá por eso tenga que recurrir al final una carta guardada bajo la manga… que tampoco termina de convencer por lo forzada que resulta. De la misma manera, no funciona como drama pues es blando y nunca explota todas las posibilidades de la situación, mientras que su desenlace nos deja la duda del grado de clarividencia de un astuto ladrón que parece hacer trazado a conciencia su ultimo gran golpe.

Calificación: 6/10

En las imágenes: Fotogramas de “Un amigo para Frank (Robot & Frank)” – Copyright © 2012 Exclusive Media, Park Pictures Film, White Hat Entertainment y Dog Run Pictures. Película distribuida en España por A Contracorriente Films. Todos los derechos reservados.

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Publicado el 25 mayo, 2013 | Categoría: 6/10, Año 2013, Ciencia-ficción, Comedia, Críticas, Drama, USA independiente

Etiquetas: culpa, enfermedad, familia, Frank Langella, Jake Schreier, Un amigo para Frank (Robot & Frank), vejez